“Quizás la música pop está cayendo en declive, pero yo seguiré haciéndola”
Mirko es el nombre artístico de este cantautor madrileño que desde pequeño ha tenido clara su vocación. Aunque sea una profesión muy dura, su sueño es dedicarse a la música. Para ello sigue el camino de la ilusión, del trabajo y de intentar mejorar cada día. Las nuevas tecnologías contribuyen a que el público conozca sus canciones, así Youtube o redes sociales como Twitter y Facebook le sirven para hacerse un hueco en el mundo de la música. Su primer disco salió a la venta el año pasado de la mano de la discográfica Peps Records liderada por Pepe Barroso, un logro que consiguió después de insistir mucho y que le está trayendo muchas alegrías. Mientras espera dedicarse a lo que le gusta, estudia un máster en Historia Contemporánea.
El cantante nos recibió en su estudio. Allí pudimos encontrar varios instrumentos más a parte de su guitarra, que no soltó en ningún momento durante la entrevista. Le preguntamos sobre ellos y nos respondió que también toca la batería y el piano. Mirko tiene 23 años y una carrera en ascenso, pero no tiene miedo a la fama, ya que afirma que sabe valorar a las personas que siempre han estado ahí. No se olviden de su nombre, dará que hablar.
P: ¿Cuándo descubriste tu pasión por la música?
R: Desde pequeñito, tenía seis o siete años. Me acuerdo que mis padres el primer disco que me regalaron fue el de Nino Bravo y estaba todo el día canturreando. Luego me apuntaron al conservatorio a tocar la guitarra y a partir de ahí empecé mi carrera musical.
P: ¿Cómo surgió la oportunidad de sacar el disco “Algo diferente”?
R: La oportunidad surgió porque yo soy muy pesado. Iba constantemente a Peps Records, la compañía de Pepe Barroso y cada cuatro o cinco meses llevaba mis maquetas. Me decían “esto es una mierda” y a los cuatro o cinco meses volvía, además de a otras compañías, y una vez dije “voy a ir con la guitarra”. Yo ya tenía confianza con ellos, y pensé “voy a cantarles en directo”. Les dejé una maqueta, les gustó mucho. Empecé con una, otra, otra… canté como diez o doce y me llamaron al día siguiente que si quería firmar.
P: ¿No te desanimaste en el proceso?
R: No. Yo seguía tocando, haciendo conciertos y canciones, escuchando lo que me decía la gente. También las grabaciones de los conciertos me ayudaban a mejorar y al final acabas mejorando. Y lo que me queda, claro.
P: ¿Quién es tu referente musical?
R: Tengo muchos, porque yo escucho muchos tipos de música. Sobre todo como hago música en español, me suelo fijar en cantautores como Quique González, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Andrés Calamaro, Fito… gente que trabaja las letras mucho, a mí me gusta contar historias. A nivel musical, referencias en The Beatles, los Rolling, Queen…muchos. Intento asimilar todas las influencias posibles.
P: ¿Qué es lo último que haces antes de empezar un concierto?
R: No paro de hablar y me pongo un poco nervioso, pero luego ya subo. Me pongo nervioso, pero no porque no quiera actuar, sino porque quiero que empiece ya. Lo que no suelo es cenar. A lo mejor si toco a las diez, meriendo a las siete y ya ceno cuando llego a casa. No ceno ni bebo cosas frías. Siempre Nestea sin hielo y esas cosas. Hay gente que toma cosas frías, pero yo no puedo.
P: ¿Qué ha aportado la música en tu vida?
R: La música para mí es todo. Ahora mismo es mi vida. Estoy las veinticuatro horas pensando en música, bueno menos cuando duermo. Constantemente pienso en letras y estoy escuchando música. Me imagino la música.
P: ¿Madrid representa una fuente de inspiración?
R: Sí, claro. Hay una canción que se llama “Sin Madrid” que es el segundo single que lo hice precisamente, porque no estaba en Madrid. Llevaba dos semanas sin estar en Madrid, estaba en Cantabria y tenía ganas de llegar a Madrid. Era verano, playita, pero estaba lloviendo. Fuimos cinco días y llovieron los cinco. “¡Me quiero ir a Madrid!” Cogí la guitarra y dije “me tengo que ir a Madrid”.
P: En tu videoclip se te puede ver tocando en la calle, ¿lo has hecho alguna vez en la vida real?
R: Sí. Lo hice hace bastante tiempo y la verdad es que tengo ganas de repetir. Me gustó la experiencia bastante. La verdad es que la gente es muy receptiva con eso. Lo que pasa que hay que tener medios, tienes que llevar unos altavoces . Es un poco rollo, sobre todo si no vives en Madrid. Tienes que llevar todo, pero la verdad es que la experiencia es muy bonita.
P: Diste un concierto en el Monasterio del Escorial y confesaste a un medio de comunicación que lo habías soñado desde niño, ¿por qué tenías esa ilusión por cantar en este sitio?
R: Porque la primera vez que yo dije “quiero dedicarme a esto” fue en un concierto de Coti. Tenía catorce o quince años y fui, porque me lo dijo mi primo (el guitarrista del disco) que tocaba Coti. Yo vi todo eso lleno de gente y dije: quiero estar un día ahí. Cuando una amiga de los 40 (Principales) que es la que organizaba el concierto me dijo “¿Quieres tocar de telonero de El sueño de Morfeo en la Lonja?” dije “¡Pues claro!” La verdad es que fue un sueño, espectacular.
P: ¿Alguna vez has tenido que improvisar, porque ha fallado un sonido en pleno concierto?
R: Cantidad de veces. Muchísimas. No me da vergüenza, tienes que salir del paso. Por ejemplo, el otro día estuvimos actuando en acústico en un circo y resulta que el sonido se oía doble. Nos oíamos con un segundo de retraso. Un cacao mental de la leche. Tú no puedes ir rápido, porque te oyes lento. Después de eso ya… cualquier cosa. Fue una locura, porque estábamos dos y el bajista, Javi, que también hace voces conmigo, para oírme me tenía que escuchar, pero bueno, después de eso ya en cualquier sitio.
P: ¿Qué relación mantienes en la actualidad con los fans?
R: Mi relación con ellos es bastante buena. Contesto a todos los emails, Twitter, Facebook que me escriben. No me agobia. Depende de la cantidad, cien personas al día no me escriben (risas). Yo intento contestar a todos, porque creo que en realidad te debes a ellos.
P: ¿Te ha ocurrido alguna anécdota con algún fan?
R: Sí, he tenido un par. La más graciosa fue con un niño. Mi familia es de Guadarrama y era el entierro de mi abuelo. No era el mejor momento, pero se me acercó un niño o una niña, no me acuerdo exactamente qué era y me dijo, ¿Oye, tú eres Mirko? Me dijo que había estado en el concierto de El Escorial el día que toqué. Y yo: “Ah que bien, ¿te gustó?”. Y dice “Sí, sí, me gusto mucho, tengo tu disco”. Esas cosas te alegran.
P: ¿Qué piensas cuando un fan descarga tus canciones en vez de comprar tus discos?
R: De momento se las pueden descargar. Por un lado, dices “por lo menos la tiene y me escucha”, pero por otro lado, la historia de la piratería a los que más afecta es a la gente emergente. Los artistas que tienen ya una carrera dilatada tampoco les importa mucho si venden 100.000 discos menos, porque ya han vendido muchísimo antes. La gente que empieza es una pescadilla que se muerde la cola, si las compañías no tienen dinero, porque no venden discos…no apuestan por la gente joven. Y al final quien paga es la gente joven. Yo pienso que la cultura hay que protegerla. Una manera a nivel social es que todos tengamos conciencia de que es un trabajo y que cuesta, hay mucho curro detrás de una canción. No solamente hacer la canción, hay un equipo grande trabajando detrás de ella: los instrumentistas, el productor, el ingeniero… Bajártelo gratis es una forma de que te conozcan, pero a la vez tiene doble rasero. A mí, en la actualidad con que la gente me escuche me doy por satisfecho. No me importa que se lo descarguen.
P: ¿Tienes miedo a la fama?
R: No. Porque yo soy una persona que soy así como soy y ya está. No me pondría una careta para salir, saldría igual. Te quiero decir, no creo que cambie nada de mi vida. Sigo teniendo los mismos amigos y los seguiré teniendo. Sé valorar las cosas y quién está en cada momento.
P: Muchos cantantes triunfan por su físico, ¿hasta qué punto crees que es importante tener un buen aspecto físico para convencer al público?
R: Tampoco nos vamos a engañar, influye, pero yo creo que esos artistas se quedan a mitad de camino. Quizás tengan un bombazo en un momento determinado y luego se acabe. Yo creo que para ser músico hay que sentirlo y lo del físico a mí me da igual. Una cosa son los músicos y otra cosa son los productos. Toda la música es un producto, pero hay que saber distinguir. Si alguien se mantiene es porque realmente lo vale, porque llega al público o a determinado público o al suficiente como para mantenerlo. Te puede gustar o no, pero es así.
P: ¿Es cierto el tópico de que los cantantes ligan más?
No. Es que yo soy muy tonto. Sí se conoce más gente quizás. Sí que se acerca gente, pero tienes que saber para qué se acercan y para qué no. Se acerca gente, pero tampoco…lo justo (risas).
P: ¿Crees que las salas pequeñas tienen un encanto especial respecto a los grandes conciertos?
R: Sí, claro, sí. A mí me gusta mucho tocar en salas pequeñas. Lo que pasa es que últimamente en Madrid, esa tradición que se tenían antes se ha perdido, entonces las salas ahora parecen más empresas. Realmente son empresas, pero hay muy pocas salas que cuiden a los artistas y a los músicos. Siempre buscan el beneficio, sobre todo en la capital, no me gusta mucho el rumbo que lleva esto.
P: ¿Qué relación tienes con el atleta Chema Martínez?
R: Muy buena, la verdad es que Chema conmigo se porta muy bien. Aquí ensayamos de vez en cuando, los domingos se pasa. Muy majo. Me metió de banda sonora en un programa que tiene él en la COPE con una canción que hicimos y vino él también a cantar un poquillo. Y muy bien, la verdad es que Chema es un tío sensacional.
P: ¿Cuál crees que será el futuro de la música?
R: El futuro de la música es una constante evolución. Yo creo que ahora mismo se lleva mucho la música dance y todo eso. Quizás la música pop, la que yo hago, está cayendo un poco en declive, pero bueno yo seguiré haciéndola. Lo que sí me gustaría es que las radios, los medios de comunicación, apoyasen un poco más la música de nuestro país sobre todo y en castellano, porque ahora mismo la verdad es que está muy complicado.
P: ¿Cuál es tu mayor meta personal?
R: Yo creo que ser feliz. Ser feliz en todos los ámbitos. Tener una familia, etc. Sí, me gustan mucho los niños, pero soy muy joven, tengo 23 (risas). Primero tengo que encontrar con quien formar la familia y luego ya vamos viendo.
P:¿Qué virtudes y defectos destacarías de tu personalidad?
R: Pues tranquilo…prácticamente eso, soy bastante tranquilo e intento mantener la calma siempre. Tengo mucha paciencia. ¿Defectos? Pues haber… Tengo que pensar, porque tengo bastantes. Quizás, siempre uno es egoísta, pero es que es instintivo en el ser humano. Mi mayor defecto me lo tendría que pensar, esta pregunta no me la esperaba (risas).
P: ¿Qué proyectos de futuro tienes?
R: A nivel personal, de momento, intentar pasarlo bien. Y ser feliz. A nivel profesional, objetivos pues todos, yo quisiera dedicarme a esto profesionalmente e irme de gira.
Periodista especializada en comunicación, cultura y gastronomía.