Asturias, patria querida
El Principado de Asturias, situado en el norte de España, está ubicado en un enclave privilegiado del país. Limita por el oeste con Galicia, por el este con Cantabria y por el sur con León, lo que invita a visitar estos lugares una vez recorrida la zona asturiana. Esta comunidad que recibe dicho nombre porque el heredero de la Corona de España ostenta el título nobiliario de “Príncipe de Asturias”, guarda una interesante historia en cada uno de sus rincones. Además, su gastronomía, su cultura, el contacto directo con la naturaleza y las actividades que pueden realizarse hacen de ella un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la estancia en cualquiera de los pueblos que la conforman. Una ruta simbólica para descubrir cómo son los lugares en los que habitan los asturianos está a vuestro alcance.
Un cartel en la carretera anuncia que estoy llegando a Asturias. El paisaje parece transformarse por arte de magia, se vuelve de un verde puro. Es la primera vez que puedo observar la naturaleza en estado salvaje, en su estado primitivo. En cada pueblo se puede observar a los animales y a las plantas en su entorno natural. Con razón Asturias se encuentra en la denominada España Verde. Y no sólo verde, ya que es una de las regiones más montañosas de nuestro país que junto a su zona costera la convierten en un enclave privilegiado. Un ejemplo de esto es el Parque Nacional de los Picos de Europa que se extiende hasta Cantabria.
Sin duda, unas vistas magníficas. Por no hablar de la gastronomía asturiana. El plato más solicitado en todos los restaurantes es la fabada que está compuesta por fabes, una variedad de alubias que acompañadas de morcilla, chorizo, tocino y lacón se convierten en una delicia para los comensales. Igual de exquisitos están los quesos, aunque el más conocido sea el de Cabrales, otros como el Gamonedo también son comercializados en grandes cantidades. Para abrir más el apetito, los amantes del marisco y el pescado fresco saborearán de primera mano lo mejor que ofrece el mar Cantábrico. Y si todavía os quedáis con ganas de postre regional, uno de los más famosos son los casadielles, crepes rellenos de frutos secos que os esperarán en muchos escaparates de la comunidad.
Obviamente no todo iba a ser perfecto. El tiempo atmosférico a veces juega una mala pasada a los visitantes y como en todos los lugares, diversos fenómenos meteorológicos (la lluvia, las rachas de viento o la niebla) hacen acto de presencia. Esto se ha podido observar en los temporales que han azotado este año la costa cantábrica. En cuanto a las temperaturas, obviamente son más frías en verano que en el sur. No obstante, durante los meses estivales en provincias como Córdoba o Huelva por la noche se registra una considerable bajada de los termómetros. El clima no implica que no se puedan realizar planes en esta comunidad autónoma, de hecho, si no se produjeran estos fenómenos de la naturaleza como las tormentas, Asturias no tendría ese color tan verde.
Dicen que el carácter de los asturianos está influenciado por la climatología, a veces se les considera personas apagadas, pero basándome en mi experiencia personal, me ha resultado todo lo contrario. Son muy vitales, trabajadores, dispuestos a crear un plan alternativo los días que el sol se esconde.
La natalidad en Asturias es baja, por lo que la población tiende a ser envejecida. Los primeros grupos humanos que se instalaron en esta comunidad datan de más de 100.000 años, aunque los pobladores antiguos de Asturias más estudiados han sido los astures, los cuales se asentaron en el noroeste de la Península Ibérica. Históricamente, el sector primario siempre ha predominado, aunque en materia económica y social las cuencas mineras también han sido muy influyentes. En la actualidad como es evidente están en retroceso y a pasos agigantados el sector terciario, principalmente el turismo, sostiene dicha comunidad.
Cada rincón de Asturias es digno de nombrar. La capital, Oviedo, cuenta con monumentos que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En Gijón, la ciudad más poblada, se pueden encontrar numerosos bares donde tomar un “culín” de sidra, la bebida asturiana por excelencia. Este producto tan típico está presente en toda la comunidad, es una bebida indispensable. Tiene pocos grados de alcohol y los asturianos hacen de ella su bebida estrella, la que nunca puede faltar en una cita importante. Y si está acompañada de una buena empanada asturiana, mejor que mejor.
Por su parte, Arriondas y Ribadesella son famosas porque allí tiene lugar el Descenso Internacional del Sella, una actividad que recomiendo totalmente. Aunque no se haya practicado nunca piragüismo, merece la pena alquilar una canoa o un kayak en el río Sella porque se produce un contacto directo con la naturaleza durante más de veinte kilómetros de recorrido. Así, se puede disfrutar de un entorno muy agradable y natural donde respirar aire fresco, factor añadido que los habitantes de Madrid agradecemos porque en la capital es imposible por la contaminación y el propio estrés. Los responsables que suministran el material necesario para realizar esta actividad suelen incluir un pequeño tentempié, en mi caso fue “bollu preñáu”, un delicioso pan con chorizo.
Otra de las opciones más destacadas en pueblos como Cangas de Onís es la ruta ecuestre, un paseo a caballo que dejará de convertirse en una actividad de ocio solo para niños. En este concejo se encuentra el Real Sitio de Covadonga, un santuario dedicado a la Virgen de Covadonga. Este monumento es el más visitado de Asturias, principalmente la Santa Cueva donde se encuentra la imagen de la Santina y la tumba de Don Pelayo, el primer monarca del reino de Asturias cuyo ejército venció a las tropas musulmanas en la famosa Batalla de Covadonga.ç
A pesar de que cada pueblo asturiano visitado tiene su encanto, si tuviera que destacar uno me quedaría con Llanes cuyas playas me parecen fascinantes. Creo que las playas es lo mejor que tiene Asturias en general, son muy diferentes a las de otros lugares de España. El agua suele estar bastante fría por lo que muchas personas prefieren pasear por la orilla ya que las vistas desde allí son increíbles. Suelen ser playas muy grandes, aunque la marea es la encargada de determinar el espacio que deja a la arena y en consecuencia a los bañistas.
Para los días que el sol se esconde en Llanes, recomiendo el Paseo de San Pedro cuyas vistas al mar son espectaculares. Es uno de los mejores lugares que conozco hasta el momento para fotografiar atardeceres. Igualmente se puede capturar con la cámara la obra de un pintor vasco, “Los cubos de la memoria” que son bloques de hormigón teñidos de diversos colores. Este pueblo costero aguarda monumentos históricos que merecen la pena ser visitados al igual que su puerto pesquero que está en activo. En más de una ocasión me he encontrado a personas con la mirada perdida, embelesadas con los barcos.
La población en Llanes aumenta considerablemente en verano, principalmente por el turismo que es una gran fuente de ingresos para este pueblo, aunque también sus fiestas estivales atraen a personas de diversos puntos. En esta época las tiendas y los restaurantes registran una mayor actividad de ventas. No es de extrañar que los turistas bailen al son de las gaitas, el instrumento musical típico que también puede ir acompañado de una tamborada o de un baile regional. Aunque para fiesta en toda la comunidad conviene destacar la del ocho de septiembre, fecha en la que los asturianos celebran su día grande desde 1984.
Hay que mencionar también la riqueza de su cultura ya que una de las casas que alberga el pueblo sirvió como escenario para rodar la película “El orfanato” interpretada, entre otros, por la actriz Belén Rueda. Asimismo, en los acantilados se grabaron determinadas secuencias de “El abuelo” dirigida por José Luis Garci. Llanes no es el único punto de Asturias donde se han rodado películas, entre otros, el director Woody Allen se trasladó hasta Oviedo y Avilés para rodar una parte de “Vicky Cristina Barcelona”. Además del cine, la televisión ha hecho uso del privilegiado enclave asturiano, destacando la serie de Antena 3, «Doctor Mateo» que reflejaba la vida que llevaban sus personajes en San Martín del Sella, convirtiendo al pueblo de Lastres en un punto obligado de visita.
Tal y como se puede observar aquí y como viene anunciado cada año la Feria Internacional del Turismo es fácil alcanzar el bienestar en Asturias. El entorno que la rodea, su gastronomía, su cultura, su historia y su tradición hacen que ahora entendamos un poco mejor aquello que decía su canción: “Quién estuviera en Asturias en todas las ocasiones”.
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