Un brindis por los viejos tiempos
El Teatro Compac Gran Vía alberga, desde el miércoles 11 de febrero, un musical sobre el mítico Nino Bravo. Tres cantantes y un equipo de músicos y bailarinas amenizan un recorrido cronológico por la vida de una de las figuras musicales más emblemáticas de nuestro país, la cual, perdió la vida en un accidente de tráfico. Gracias a la proyección de imágenes sobre el cantante y entrevistas con diferentes profesionales, nos acercamos a Nino y a su obra que, sin duda, le ha sobrevivido. El valenciano marcó a una generación que a día de hoy le venera, coreando sus canciones, así como recordando aquellos románticos tiempos en los que marcó tendencia más allá de nuestras fronteras. El musical es una buena oportunidad para disfrutar de sus canciones así como para introducir a las nuevas generaciones en la música de uno de los grandes hitos musicales.
Luis Manuel Ferri Llopis, conocido artísticamente como Nino Bravo, nació el 3 de agosto de 1944 en Ayelo de Malferit (Valencia). Desde pequeño mantuvo una estrecha afición por el canto que le llevó a formar parte de varios grupos, “Los Hispánicos” o “Los Superson”. Su ascenso fue total y en pocos años desarrolló su carrera también al otro lado del charco, en Hispanoamérica. Desafortunadamente, el 16 de abril de 1976, perdió la vida en un accidente de tráfico en el término municipal de Villarubio (Cuenca). Su fallecimiento a los 28 años dejó huérfano a una parte muy importante del mundo musical de aquellos años que veía que el cantante se encontraba en su mejor momento y al que le quedaba mucho por compartir.
Cada vez más, los musicales se están haciendo un hueco en el panorama madrileño. Esta forma de teatro que combina música, baile y diálogo se ha convertido en una de las expresiones artísticas más exitosas en la capital. De esta manera, al estilo de grandes teatros como el de Broadway en Nueva York o el West End en Londres, el Compac Gran Vía se inicia con una nueva aventura: “Nino Bravo, El musical”. Lo cierto es que la Gran Vía hace tiempo que se ha convertido en el escenario idóneo para este tipo de representaciones, destacando en la actualidad el triunfo sin precedentes de “El Rey León”. Aunque por norma general la temática infantil es la que goza de una mayor aceptación en estos casos, el repaso cronológico que se propone de Nino Bravo no dejará indiferente a nadie.
El mencionado Teatro Compac Gran Vía lleva tiempo apostando por espectáculos musicales, de hecho, en muchas de sus representaciones, la música se entiende como el elemento principal que guía la acción. Así, mientras monólogos como “La Cavernícola”, actualmente en cartel, se centran más en el diálogo, otros como el reciente estreno de María Toledo, se convierten en auténticos conciertos cuyo sonido se siente de forma diferente, como ya sucediera hace algunos meses con el cálido show que protagonizó Raphael.
Normalmente los musicales, o simplemente las actuaciones en las que el sonido es el elemento clave, son más costosos de producir y la escenografía en parte atrae más la atención de los espectadores. En el caso de “Nino Bravo, El musical”, el escenario incorpora una selección de músicos que amenizan cada una de las canciones que son interpretadas en directo por tres cantantes cuyas voces no tienen nada que envidiar a las del propio Nino. María Marín, Belén Alarcón y José Balhondo son los seleccionados para defender, en su propio estilo, los temas que llevaron a lo más alto a la estrella del espectáculo. Junto a ellos, una serie de bailarinas realizan coreografías con pasos muy cuidados. Todos juntos nos introducen en una fiesta musical, con un vestuario muy elegante, que trata con respeto y profunda admiración la obra del cantante valenciano.
La mirada de los asistentes se dirige, en ciertos momentos de la función, a una pantalla que guía la hora y media de show y que nos descubre otra cara del protagonista. Así, podemos seguir los pasos de Nino desde que nació, introduciéndonos en sus vivencias y revelándonos la forma en que llegó al estrellato. Las imágenes del joven se ven acompañadas por videos de determinados profesionales de los medios de comunicación así como del ámbito musical, que comparten sus vivencias junto al artista. Entre ellos, cabe destacar las intervenciones del compositor Augusto Algueró, del presentador José Luis Uribarri, del productor y arreglista Juan Carlos Calderón o de la cantante Karina.
“Como todos” es la canción que sirve para dar un inicio majestuoso e ilustrar los primeros años de vida del artista. Posteriormente, sonarán canciones tan conocidas por el público como “Mi querida mamá”, “Esa será mi casa”, “Cartas amarillas” o “Mi tierra” que, sin duda, consiguen emocionar a todos los presentes. Sin embargo, son “América, América” y “Noelia” las dos canciones más coreadas por los fieles admiradores de Nino Bravo. Uno de los momentos más emotivos se produce cuando se cede el protagonismo íntegro al propio cantante, quien es el encargado de interpretar su tema “Libre”. Con este gesto se entiende que Nino es único y que esta canción, que ha servido de sintonía de anuncios y que no ha faltado en las listas de reproducción de numerosas fiestas, es un tema sorprendente, sobre todo en la voz del valenciano. Los intérpretes en todo momento se aseguran de mantener una cercanía con el público, haciéndoles partícipes de su emoción y rompiendo cualquier barrera entre el escenario y las butacas. Así, invitan a todos los espectadores a sumar sus voces en la mítica “Un beso y una flor” y a escuchar detenidamente la letra del tema final que homenajea a Nino allá donde esté.
El paso de los años no ha conducido al olvido a la obra de Nino, al contrario, la ha convertido en leyenda. Así, la voz tan personal del artista ha llevado a que algunas de sus canciones se entiendan como verdaderos himnos. Lejos de concebir este musical como una explotación económica y un aprovechamiento de un cantante ya fallecido, se traduce en un sentido y cálido tributo a una de las estrellas que tuvo la suerte de conocer nuestro país. Su música nunca morirá.
Periodista versátil con experiencia en redacción, liderazgo y gestión de comunidades online, comprometida con la difusión de información relevante y la creación de contenido impactante