Una joya de la comedia con reflexiones catárticas y mucho humor
El pasado 12 de febrero se estrenó en Netflix “Odio”, el especial de comedia de Dani Rovira que se ha coronado como una de las tendencias más populares de la plataforma de streaming. Y no es para menos ya que es un título sencillamente genial en el que el actor habla del cáncer que ha superado recientemente, de la toxicidad, de las apps para ligar y, sobre todo, de ese odio que impera en nuestra sociedad y en las redes sociales. El malagueño se abre en canal con este divertido monólogo que se rodó en el Teatro Soho Caixabank cuando la tercera olea del coronavirus apremiaba. Es decir, es un show que a este filántropo ya le ha funcionado en directo gracias a diseccionar su particular mundo con la gracia que siempre le ha caracterizado.
Netflix se ha propuesto cubrir todos los formatos posibles de contenido audiovisual para contentar a los suscriptores y recientemente ha lanzado el monólogo “Odio” con el que Dani Rovira regresa a su origen en el mundo del espectáculo. El 25 de marzo del pasado año el actor andaluz comunicaba públicamente que sufría un linfoma de Hodgkin. Un año después el intérprete no solo ha superado la enfermedad sino que ha regresado por todo lo alto a la pequeña pantalla. Además de presentar en Televisión Española el programa “La noche D” acaba de estrenar en Netflix este especial del humor que os recomiendo que escuchéis atentamente porque resulta completamente purificador.
En “Odio” las risas están aseguradas porque como dice el dicho entre broma y broma, la verdad asoma. Y es que Dani Rovira regresa al trabajo con energías renovadas y mirando de frente el humor, solo así se puede abordar cualquier tema con sinceridad. Desde luego, en este especial el protagonista de “Ocho apellidos vascos” no se deja nada en el tintero. Y es que estamos ante un extenso monólogo, sin filtros y con mucho corazón que a mí personalmente me ha parecido una auténtica lección de superación, amor y de humanidad.
En mi opinión la parte dedicada a las mascotas y cómo nos comportamos como idiotas con ellas es la más divertida, igual que cuando el monologuista se compara con Hugh Jackman (es un puntazo esta autoparida porque soy de las que cree que siempre es bueno reírse hasta de uno mismo). Pero si hay algo que verdaderamente me ha atrapado es el talento, optimismo y vitalidad que transmite Dani Rovira.
En suma, aunque “Odio” tiene un trasfondo crítico, resulta un especial de fácil digestión que hay que seguir hasta el último minuto para descubrir la reflexión final de Dani Rovira en la que nos recuerda que odiar es de cobardes. Os aseguro que vuestra visión sobre la vida puede dar un vuelco enorme a partir de esta observación.
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