“Todos los padres tienen la oportunidad de volver a ser felices, pero tampoco pensamos cómo lo sufre el menor”
El pasado mes Telecinco estrenó la decimonovena edición de Gran Hermano. Tras siete años de ausencia, el reality estrella de Mediaset ha vuelto en su formato original con concursantes anónimos lo que inevitablemente nos ha generado cierta nostalgia y nos ha llevado a echar la vista atrás para conocer qué ha sido de sus participantes más emblemáticos. En esta búsqueda, hemos tenido la oportunidad de saber de primera mano cómo le marcha todo a Jonathan Pérez quien concursó junto a su primo Juanma en Gran Hermano 15. Corría el año 2014 y en la casa del ojo que todo lo ve este valenciano se enamoró de Yoli con quien tuvo a su hija Valeria. Si bien su historia de amor no llegó a buen puerto, actualmente está muy enamorado de su novia Marta y en el terreno profesional triunfa con la agencia deportiva de aventuras Surf&River.
P: Actualmente gestionas una agencia deportiva, ¿cuáles son tus funciones?
R: Sí, tengo varios proyectos en los cuales yo soy el gerente que están ligados al estilo de vida que a mí siempre me ha gustado que es ayudar a gente de mi entorno. La parte de Surf&River es como una empresa de deportes, pero convertida en agencia. Es decir, es a lo que yo me he dedicado toda mi vida a ser monitor de deportes de aventura, rafting, piragüismo, escuela de surf. Tengo una página web, una red social de ello y lanzo todas las experiencias. Y soy yo el que reserva la actividad y se lo hago todo.
P: ¿Y cómo está funcionando Surf&River? ¿Llevas muchos años con este negocio?
R: La verdad que muy bien. Creo que fue a raíz de salir de Gran Hermano porque yo desde que tenía 11 años practicaba los deportes porque mi padre también era monitor. Ha sido algo que yo he hecho toda mi vida y realmente ha formado a la persona que soy hoy en día. No quería perder esa esencia, sí que verdad que con el tiempo y la evolución de la vida, he tenido que ir adaptándome. En épocas de verano, recibo muchos emails de reservas.

P: ¿Te reconocen habitualmente los clientes?
R: Sí, en el día a día en general. Yo voy por ahí y me dicen “te he reconocido por la voz” o “me acuerdo de ti de esto”. La gente ahora es mucho más cauta, no como al principio que se abalanzaba, pero por lo que se ve nuestra edición fue de las buenas porque llevaba dos años Gran Hermano sin hacerse y la gente lo cogió con ganas. Fue el último año de Mercedes Milá, hubo mucha expectación.
P: ¿Cómo has manejado la fama y la atención pública después del programa?
R: Al principio fue fuerte porque pasas de ser una persona no conocida, en tu día a día tranquilo, a de repente entrar en un programa en el cual estás allí dentro tres meses sin saber nada del exterior. Yo recuerdo un día que fui con mi primo Juanma a un centro comercial a comprarme ropa para El Debate y no pudimos, tuvimos que salir corriendo, porque la gente nos acorralaba y nos tiramos dos horas haciéndonos fotos. Nosotros hemos sido siempre muy agradecidos porque todas aquellas personas que se nos han acercado siempre han sido a muy bien, no a insultarte o a meterse contigo. Nosotros dimos una esencia la cual era nuestra, pura, de gente campechana y deportista. Fue agobiante, pero a la vez molaba. Es más, aprovechamos todo esto para lanzar todos los proyectos que hemos lanzado.
P: ¿Dirías entonces que tu vida cambió positivamente a raíz de participar en Gran Hermano?
R: Sí, aunque, al igual que pienso que hay gente a la que le ha podido ir mal, tanto yo como mi primo nunca hemos querido vivir de la televisión como tal, siempre hemos tenido los pies en la tierra. También fue cuando empezó el boom de las redes sociales, las marcas querían empezar a colaborar. Al principio era todo gratuito. Tú al final si sabes crearte una buena marca personal puede ser algo muy potente. En nuestro caso, a pesar de muchas propuestas televisivas de dinero fácil y rápido por un rato a Madrid o a este evento o al otro, siempre hemos apostado por lo que era nuestro. Nosotros supimos aprovecharlo, pero bajo no depender de nadie, sino depender de nosotros mismos.
P: ¿Qué es lo más importante que te llevaste de esta experiencia televisiva?
R: Como experiencia a nivel personal ha sido algo increíble que volvería a vivir una y mil veces. Sí que es verdad que pierdes la inocencia de la primera vez porque cuando ya la gente vuelve a programas van con objetivos y a causar polémica. Yo no soy así, es o me quieres como soy o no. Yo sé que después es lo que más se debate, lo que a la gente más le gusta. Pero se echa de menos esa esencia de gente real que no busca forzar una situación para ganar el estar en boca de todos. Es un poco por eso que nos hemos separado de todo esto. Al final lo que considero es que es una experiencia que no todo el mundo va a tener la posibilidad en su vida de poder vivirlo, yo justamente he sido uno de ellos. Me siento súper agradecido porque experimentar lo que es el mundo de la televisión desde dentro es increíble.
P: ¿Volverías a participar en un reality?
R: Sí. Soy un perfil que siempre he estado abierto a cualquier tipo de propuestas. Hace un tiempo pude vivir un reality con mi pareja actual que se emitió durante varios meses en la plataforma Mtmad, pero nosotros lo grabamos durante una semana de convivencia con otras parejas. A mí todo lo que sea vivir un reality de este tipo me encanta, me da igual que sea Supervivientes o cualquier tipo de programa. Sí que es verdad que soy exigente en el sentido de negarme a intercambio de parejas. Soy una persona que tengo otro tipo de principios y valores. Yo ahora pienso en mi hija y no me gustaría que fuera o viviera ese tipo de cosas porque se dan a vender por cuatro duros. Ese tipo de reality ya me lo han propuesto y ya he dicho que no. No iría a La isla de las tentaciones. De hecho, cuando entré en Gran Hermano y me enfocaba la cámara yo pensaba en mi abuela porque tengo respeto en los míos.
P: ¿Qué aporta tu hija Valeria en tu vida?
R: Estoy súper orgulloso, tanto a nivel mío personal como padre como el de tener a la hija que tengo y con la persona que es. Por encima de todo está la familia, respeto muchísimo a la madre de mi hija hoy en día y, si algún día necesitan algo, yo siempre voy a estar. Es algo increíble, se me llena la boca solo de pensarlo. Sí que he descubierto que el menor está muy desprotegido de cara a las redes sociales. Creo que si no hay ninguna ley que lo medie tendremos que ser los propios adultos y he visto que el propio adulto no ha sabido mediar en esto. Yo cuando no llego a un entendimiento una vez se separa el núcleo familiar, al final hay que llegar a un consenso. El consenso es que si tú realmente vas por la ley el menor no tiene por qué aparecer en redes sociales. Entonces, hemos querido guardar la protección de la menor hasta que consideremos, ojo, que no hace falta llegar a que sea mayor de edad, pero sí a que aprenda y sea consciente de cómo son las redes sociales, qué hay detrás y cómo debe utilizarlas.
P: ¿Actualmente con Yoli tienes una mejor relación?
R: Estoy agradecido de la relación que tengo hoy porque mi hija y Yoli se podían haber ido a Albacete y ella ha decidido quedarse aquí. También entiendo que, como toda ruptura, cada uno lo sufre de una manera. En este caso, Yoli fue más sufrida porque fui yo quien decidí romperlo todo. Pero, claro, yo tampoco puedo estar con una persona con la que siento que no puedo avanzar y continuar en la vida porque tenemos diferentes maneras de ver las cosas. Todos los padres tienen la oportunidad de volver a ser felices y de reconstruir su vida, pero tampoco pensamos cómo lo sufre el menor que es el que se queda con la parte del papá y de la mamá por separado y ahora viene una persona nueva que le hace feliz a tu papá. Yo, por ejemplo, viví la situación de la separación de mis padres, pero yo ya era mayor. Entonces, al final, dejar que el tiempo lo cure todo y llegar a un entendimiento que, hoy en día, con la madre de mi hija lo tengo. Estoy súper contento, tenemos comunicación, nos adaptamos, buscamos siempre lo mejor para la nena y en lo que realmente me hace sentirme bien y estar tranquilo como estoy.
P: Mantienes una relación desde haces años con Marta, ¿te gustaría repetir paternidad con ella?
R: Esto es algo que se está barajando. La familia pregunta mucho. Yo he aprendido lo que es obtener ese compromiso y yo soy padre sufridor, me preocupo por todo, le doy vueltas a todo, de poder dedicarle el tiempo suficiente a mi hija, de que sea buena persona el día de mañana. Me castigo mucho y sufrir otra vez eso cuando Valeria, más o menos, está criada sería volver a empezar. Y con mi novia actual no paramos de viajar. Entonces, a ver, el tiempo se me está echando encima y no sabemos lo que puede llegar a pasar. Yo a Marta la conocí a los dos años de mi ruptura, vino a verme mientras yo trabajaba en un sitio y, a raíz de ahí, yo le dije las cosas de que yo ante todo anteponía a mi hija. Ella fue paciente, supo entender, vio algo en mí que no sé lo que fue, pero decidió esperarme fuese lo que fuese y la verdad que lo hizo muy bien porque han pasado cinco años y hemos construido nuestra propia marca personal. Pasamos veinticuatro horas pegados. Al final lo que he encontrado con ella es que he podido ser yo, puedo comunicarle todo de manera totalmente abierta le guste o no.
Periodista versátil con experiencia en redacción, liderazgo y gestión de comunidades online, comprometida con la difusión de información relevante y la creación de contenido impactante