“No hay el menor interés por la política. Por el espectáculo político, sí”
Félix de Azúa ingresó oficialmente en la Real Academia de la Lengua Española (RAE) el pasado domingo 13 de marzo, un acto en el que el Premio Nobel Mario Vargas Llosa fue el encargado de darle la réplica. Escritor y filósofo, de Azúa cuenta con una amplia trayectoria profesional. En los años setenta fue incluido por José María Castellet en los “Nueve novísimos españoles”, posteriormente ha sido profesor de universidad y uno de los firmantes de los dos manifiestos de “Ciutadans de Catalunya” en 2005 y 2006. Además, semanalmente escribe una columna en el periódico El País, donde expone su punto de vista sobre la situación actual. La misma visión que muestra en la siguiente entrevista, en la que explica abiertamente su opinión sobre diversos temas.
P: Es miembro de la Real Academia Española, ¿cuáles son sus funciones en esta institución?
R: De dos tipos. Intervenir en las reuniones plenarias y participar de las comisiones especializadas. Resumiendo mucho: trabajar sobre el léxico y las definiciones del diccionario.
P: Nació en Barcelona, ¿cómo cree que ha cambiado la ciudad en todos estos años?
R: Yo la veo muy parecida. Los que antes eran franquistas, o sea, toda la burguesía menos una pequeñísima parte, son ahora independentistas. Herederos del carlismo. Y los que antes eran estalinistas ahora son independentistas. Herederos del totalitarismo del siglo pasado.
P: Lleva varios años viviendo en Madrid. ¿Por qué se mudó a la capital?
R: Quise evitar que a mi hija (tiene ahora cuatro años) la adoctrinaran en el odio. El sistema pedagógico catalán está dominado por comisarios políticos, perfectamente enemigos de la verdad y del aprendizaje.
P: Defendió su tesis en 1982. ¿Qué le llevó a tratar el tema de “Aspectos de la estética de Diderot: El doble modelo neoclásico-romántico”?
R: Desde siempre me interesó el enfrentamiento entre clásicos y románticos. A partir de la Revolución Francesa ganan los románticos, que es el espíritu de la sociedad burguesa. Conocemos muy bien el Romanticismo, porque aún vivimos en él, pero muy poco la Ilustración. Quise completar la visión.
P: ¿Qué representa Agustín García Calvo en su trayectoria?
R: He tenido un maestro literario, Juan Benet, y otro filosófico, García Calvo. Han sido fundamentales en mi vida.
P: En los ochenta comenzó la docencia universitaria, ¿cuáles son los principales cambios que aprecia entre aquellos años y los actuales en las aulas?
R: La calidad de la enseñanza ha caído en picado. El analfabetismo funcional de los jóvenes es escalofriante. No sé cómo podrán defenderse de las trampas políticas y económicas, que son las mismas. Ahora, por ejemplo, muchos votan a un partido, Podemos, que es tercermundista y totalitario, por pura ignorancia.
P: ¿Cree que los jóvenes siguen teniendo las mismas inquietudes que antaño?
R: Los jóvenes siempre son iguales, pero a veces se los llevan los malos de un lado (Falange, por ejemplo, en los años treinta) y a veces los malos del otro lado (a nosotros se nos llevó el Partido Comunista). No siempre les será fácil librarse de las ataduras gregarias. A los jóvenes les encanta ir en grupo.
P: También le queríamos preguntar por su trabajo como director del Instituto Cervantes de París durante dos años, donde tuvo que dimitir por las diferencias mantenidas con los responsables del Ministerio de Asuntos Exteriores de aquel momento. ¿Cómo recuerda este hecho?
R: No fue sólo por el Ministerio de Exteriores, era la desidia y la chapuza del tinglado lo que me lo hizo insoportable. No estaba acostumbrado. Para soportar la ineficacia del Estado hay que haber nacido ya funcionario.
P: Fue uno de los firmantes de los dos manifiestos de “Ciutadans de Catalunya”. ¿Por qué lo firmó?
R: Para luchar contra la opresión de los nacionalistas, un residuo del franquismo que los sucesivos gobiernos españoles no se han atrevido a afrontar.
P: ¿Cómo aprecia la evolución del partido político Ciudadanos desde su fundación?
R: Ha conseguido implantarse en todo el territorio nacional, lo que es muy bueno. Tiene equipos de gente muy preparada. No sé si un partido como este, de centro y liberal, podrá ganar en un país cainita que sólo admira a los fascistas de un lado o de otro.
P: ¿Cómo valora la situación política actual?
R: Con un suspenso.
P: ¿Cuál cree que es el deseo de la población tras unas elecciones tan dispares?
R: La población desearía que desaparecieran los políticos y el país lo llevara su familia y sobre todo sus cuñados. Como eso no puede ser, votan lo que les manda la televisión si son mayores o la pandilla si son jóvenes.
P: ¿Cree que ha habido un repunte del interés de la población por la política o por el contrario piensa que la mayoría sigue sintiendo cierta pasividad?
R: La actividad que se puede ver es puramente formal. Un pequeño espectáculo sin la menor seriedad. No hay el menor interés por la política. Por el espectáculo político, sí.
P: ¿Por qué cree que en los últimos años se han destapado tantos casos de corrupción?
R: Se han destapado bastantes. Creo que el hecho de que todos los partidos hayan amparado la corrupción ha hecho que al final se puedan destapar. Mal de muchos, consuelo de tontos.
P: En algunos países se está produciendo un auge de los partidos extremistas, ¿a qué cree que se debe?
R: A lo mismo que aquí con Podemos o con los separatistas. A la ignorancia y la ruina de la educación.
P: Cuenta con una amplia trayectoria literaria. ¿Hay algún tema que le gustaría tratar, pero aún no haya tenido oportunidad?
R: El próximo. Pero da mala suerte contarlo.
P: Cuando quiere abstraerse del mundo, ¿en qué le gusta emplear su tiempo?
R: Soy fanático de la música que llaman clásica. O sea, de la música.
P: ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
R: La cuarta y última parte de mi falsa autobiografía. Tengo que matar al protagonista. No será fácil.
Periodista especializada en comunicación, cultura y gastronomía.
El límite de caracteres me impide pegar el texto completo que puede leerse aquí. http://www.jotdown.es/2012/07/felix-de-azua-nuestros-mejores-anos/
…El segundo caso es aún peor. Un provecto anciano, autor de algunas de las novelas más leídas por las ancianas españolas, hombre apersonado y que había sido hace décadas un severo historiador de la economía, ciudadano digno de admiración y respeto, y este tal ha llamado “hijo de puta” al presidente del Gobierno en público y sin haberlo comprobado. Francamente, cuando este anciano era pobre se comportaba mejor. Ahora que ha logrado alzarse a la miseria tiene toda la pinta de ir a quedarse en ella para siempre, que no será mucho.
Insisto. Aquí la riqueza nos convierte en tipos pretenciosos, ordinarios y patanes, un poco como el esperpento televisivo que nos ha traído el gran capital. La pobreza verán ustedes cómo nos devuelve a la vida verdadera, honesta, cavilosa y resolutiva.
…
Aclaración del autor: El lector habrá observado que en ningún momento he mencionado al señor Sampedro en el artículo. Esto es así porque no confío en absoluto en las informaciones de la Red, aunque la carta supuestamente de Sampedro me llegó a través de uno de los mejores editores de España, digno de toda confianza. Dicho lo cual, me alegro de que no sea Sampedro el autor de la falsa carta, primero por el bien de Sampedro, persona honradísima, y segundo porque el caso nos vuelve a demostrar el peligro de las informaciones de Internet y su necesidad de regulación, algo contra lo que lucha constantemente la mafia reticular. Por cierto, al ametrallarnos de mensajes los bondadosos internautas no han hecho sino difundir la calumnia entre aquellos que no hubieran identificado al personaje. Para mí, todo nombre propio de la Red es un nombre ficticio. Y desde luego le pido excusas a Sampedro si he podido dañarle más que el verdadero autor de la calumnia.