“Creo que ahora sí que puedo decir que tengo el texto que realmente siempre quise tener”
La intérprete asturiana Beatriz Rico debutó como azafata en el concurso “El precio justo”. Corría el año 1991, una fecha que marcaría el inicio de una carrera constante en el tiempo como actriz de televisión, teatro y cine. En la actualidad se encuentra a punto de estrenar «Swingers» y de gira con “Mejor viuda que mal casada”, un monólogo de noventa minutos, con números musicales incluidos, que está recorriendo toda la península tras su exitoso paso por el Teatro Amaya de Madrid. Se trata de un texto con el que Beatriz está disfrutando especialmente, sobre todo cuando escucha las risas de fondo de los espectadores, sin duda, la mejor recompensa por su papel. Además del teatro, su otra pasión es la música y tocar en directo con su banda “Rico & Roll”.
P: “Mejor viuda que mal casada” lleva cuatro años de gira por toda la geografía española, ¿dónde crees que reside la clave del éxito?
R: Creo que en la complicidad con el público, las mujeres se identifican totalmente con las experiencias que cuento y a los hombres les encanta “espiar” y enterarse de lo que hablamos las chicas cuando estamos a solas y, por supuesto, las grandes dosis de humor. Es chiste tras chiste, la gente necesita reírse y lo agradece. Los dos números musicales de cabaret también gustan mucho.
P: ¿Qué balance haces de estos años que lleva la obra en cartel?
R: Siempre bueno, la función de hoy en día no tiene nada que ver con la que se estrenó hace cuatro años. Ha ido cambiando según yo veía al público reaccionar. He visto las cosas que más gustaban, las que no, los gags que funcionan. Creo que ahora sí que puedo decir que tengo el texto que realmente siempre quise tener.
P: ¿Por qué recomendarías a los lectores de “Correveidile” que fueran a verla?
R: Porque durante dos horas se van a olvidar de sus problemas, ¡palabra de viuda alegre!
P: Tu personaje se opera cuerpo y cara para comenzar una nueva etapa. ¿Hasta qué punto sus complejos limitan su vida?
R: Ten en cuenta que esto es comedia, así que se llevan las situaciones al límite. Patricia no es que fuera simplemente fea, es que su madre quiso cambiarla nada más nacer. Con este panorama, y una vida siempre marcada por una fealdad llevada al extremo en la función, decide operarse completamente porque su físico le impide llevar una vida normal. En realidad es una excusa para justificar sus deseos de venganza.
P: ¿Cuál es el momento de la función en el que mejor te lo pasas?
R: Como actriz cómica que soy en este espectáculo siempre cuando hay carcajadas o aplausos espontáneos es cuando tienes el subidón.
P: A la hora de interpretar un papel, ¿qué tipo de escenas son las que más te suelen costar?
R: Disfruto todo tipo de personajes, porque al fin y al cabo los que nos dedicamos a esto es porque nos gusta jugar, cambiar, hacer mil cosas diferentes. Pero reconozco que las escenas dramáticas a veces son duras porque tienes que tirar de sentimientos muy arraigados.
P: Has rodado cantidad de películas y has protagonizado numerosas obras teatrales y series de televisión. ¿En qué medio te sientes más cómoda a día de hoy?
R: Lo ideal es poder compaginar los tres, porque cada uno te aporta algo diferente.
P: Tu debut ante las cámaras fue en “El precio justo”, ¿cómo recuerdas estos inicios?
R: Con muchísimo cariño. Fue la primera puerta que se me abrió y desde entonces no he parado de trabajar. Joaquín Prat fue un gran maestro y ahí empecé a desenvolverme. Siempre lo recordaré como mi primer y gran contacto con una cámara.
P: ¿Cómo aprecias que ha cambiado el panorama artístico desde que comenzaste en el mundo de la interpretación?
R: Ha cambiado poco. Quizá el cambio más notable es que ahora afortunadamente los actores compaginan cine, teatro y televisión sin ningún problema. Antes se tendía más a poner etiquetas, como si hubiera unos actores determinados para cada ámbito. Siempre hubo crisis en el sector, ahora está muchísimo más agudizada. Y del tema del IVA ya ni te cuento, se han llegado a cerrar grandes teatros y compañías que llevaban toda la vida trabajando. Es muy triste.
P: Participaste en el cortometraje “La teta que os falta”, en el que se hablaba sobre el cáncer de mama. ¿Cómo crees que influye en este tipo de causas que sean representadas en el cine?
R: Te hablo desde mi experiencia. La repercusión y la satisfacción han sido tremendas. No nos lo esperábamos nadie. La mejor noticia es saber que el cortometraje se está poniendo en varios hospitales de América como terapia a las mujeres mastectomizadas. Saber que con tu trabajo puedes ayudar es el mejor premio.
P: Se nota que eres una actriz comprometida con causas sociales. ¿Qué te aporta a nivel personal?
R: Mucho. Todo. Tener una cara conocida es un privilegio porque te permite ayudar con muy poco. A veces me doy cuenta de que para mí el esfuerzo es tan pequeño comparado con los resultados y el agradecimiento que recibes que sería inmoral no hacerlo.
P: He leído en tu página web que le haces una mención especial al actor Gabino Diego. ¿Qué representa para ti este intérprete?
R: Yo siempre lo llamo mi hermano de alma. Por tu vida pasan muchas personas y se van, muy poquitas se quedan. Gabino lleva a mi lado casi veinte años, sé que su cariño y sus consejos siempre son sinceros. Es el que nunca falla.
P: Además de la obra mencionada, también has sacado tiempo para grabar un disco, “Sueños que nunca caducan”. ¿Tienes en mente grabar otro trabajo musical?
R: Por ahora Rico & Roll lo que tiene en mente es tocar en directo, que es lo que más nos gusta. Vivir la música con el público. El subidón es total.
P: ¿Cómo compaginas tu carrera de actriz con la de cantante?
R: Pues tirando de calendario y a veces haciendo magia con las fechas. Y también haciendo muchos kilómetros. Pero te aseguro que compensa.
P: ¿Cuáles dirías que son tus referencias musicales?
R: Tanto como referencias no me atrevo a decirte. Pero siempre admiré y escuché hasta la saciedad a bandas como Scorpions, los Rolling Stones o la incombustible Tina Turner, mi ídolo. También por supuesto a Luz Casal.
P: ¿Crees que la música y la interpretación son dos artes que van ligadas?
R: No, claro que no van ligadas. Pero son perfectamente compatibles e incluso a veces complementarias, como es mi caso.
P: Más allá de a la música y a la interpretación, ¿a qué sueles dedicar el tiempo que te queda libre?
R: A ir al cine o al gimnasio. Y a estar con mi hijo, cuando me deja claro, que ya son quince años y ya se sabe… Y a viajar. Me encanta. Todos los años, si el trabajo me lo permite, hacemos dos o tres viajes chulos en familia.
P: Tras repasar tu trayectoria se aprecia que tu rostro es muy conocido por todos los trabajos con los que se te relaciona. ¿El público suele pararte por la calle?
R: En Madrid la gente está muy acostumbrada a ver caras conocidas. Cuando estás trabajando en provincias es diferente. Pero no me molesta nunca. No sólo sé que es una consecuencia lógica de mi trabajo, sino que me gusta porque todo lo que recibo son muestras de cariño.
P: Además de la obra, ¿qué otros proyectos nos destacarías para los próximos meses?
R: Estrenar “Swingers” en el Reina Victoria y el rodaje de “El bosque de la felicidad”, dirigida por Sergio Mínguez. ¡Y rock, mucho rock!
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