Entrevista: María Bravo

“La inspiración es un chicle flexible que todos tenemos en la mente” 

María Bravo es una escritora de treinta y dos años que actualmente se encuentra trabajando en su tercera novela, “La ciudad de los hombres buenos”. Licenciada en Historia del Arte y en Filología Hispánica disfruta creando historias fantásticas y jugando con su inspiración. Tras la publicación de su primera novela en la editorial Mandala, “Los ojos del nuevo mundo”, María ha estado promocionando “El vínculo imperfecto”, un libro ambientado en un planeta con cuatro continentes separados por abismos. Recién finalizado un Máster en Periodismo Cultural y Nuevas Tendencias la autora ha ampliado su horizonte literario para hacerse un reconocido hueco en este sector. Prueba de ello es “La boca del libro”, un blog personal en el que realiza entrevista a numerosos escritores.

P: ¿Cuándo surgió tu inquietud literaria?

R: Desde niña. En la infancia todas queremos ser muchas cosas de mayor: bailarina, pintora, cantante, etc. Pero entre ellas siempre se encontraba la escritura. Crear historias, personajes o ambientaciones era para mí un desahogo. No hay un momento exacto, sino una inquietud, que crece y se solapa con el paso de los años, que representa lo que soy.

P: ¿Qué representa para ti la Literatura?

R: Una de las mayores formas de aprender y adquirir conocimiento que existen. Son historias de vida reales, aunque puedan parecer ficciones a simple vista. Es una forma de evadirse, de ser, es un modo de vida. La Literatura toca muchos palos (científico, artístico, etc.) y de todos ellos puedes aprender.

P: ¿Cuáles son tus referentes en el mundo literario?

R: La literatura inglesa me fascina, como Julian Barnes, Sarah Waters o Ian McEwan. Siempre acudo a ellos como referentes. Otros nombres son Michel Faber, Elena Ferrante o Amélie Nothomb. Me gustan las historias realistas, las que enganchan al final del capítulo para continuar el siguiente, las que crean tramas consistentes. Después yo, en mis novelas, me encargo de darle ese toque fantástico que me gusta.

P: ¿Hay algún libro que te haya marcado especialmente?

R: Muchos. Esto es como una canción, que al oírla nos transporta a una época de nuestra vida. No podría decirte uno, pero haré un importante ejercicio de elección y te diré que “Pétalo Carmesí, flor blanca” de Michel Faber. Es una novela ambientada en el Londres victoriano. Está escrita en un riguroso, y en ocasiones complicado, tiempo presente. Además, Faber se muestra tan versátil que su siguiente novela “Bajo la piel” es de género fantástico. Una delicia.

P: ¿Y alguno que te haya decepcionado?

R: Voy a decir un libro conocido para que los entendidos se lleven las manos a la cabeza. “Matadero Cinco” de Kurt Vonnegut. Lo cogí con muchas ganas, mis expectativas eran muy altas, pero creo que ninguno de los dos nos llegamos a entender. Una lástima.

P: Has cursado un Máster especializado en Periodismo Cultural y Nuevas Tendencias, ¿qué es lo que te impulsó a adquirir esta formación?

R: Desde que terminé Filología Hispánica quería estudiar un máster, pero no me decidía. Estaba entre ese y uno de Escritura Creativa de la Universidad Complutense de Madrid, pero me pareció más práctico el de Periodismo. Me pareció interesante cambiar de aire e introducirme en un campo distinto y a la vez cercano para mí: la cultura.

P: Vamos ahora a conocer un poco mejor tu manera de trabajar. ¿Dónde sueles escribir?

R: En casa. Aunque mi segunda novela la terminé en la biblioteca de la Universidad Autónoma, en la de Educación. Lo digo porque ahí no suele ir apenas gente, es un lugar fresquito en verano y agradable en invierno. Iba todas las tardes después de comer hasta el cierre. Por eso fui capaz de terminarla, porque tuve constancia. Pero no soy exigente con el lugar de trabajo. No me importa cambiar, con tal de que haga fresquito. 

P: ¿En qué te inspiras a la hora de escribir?

R: A veces la historia empieza con un simple sueño onírico, que la costa de Cornualles ya queda lejos (risas). Después, cuando despierto, voy tirando del hilo y voy creando tramas. La música instrumental me ayuda a crear contextos, aunque considero que la inspiración se trabaja día a día. Es como un chicle flexible que todos tenemos en la mente y hay que trabajar en aquello que más te influye y te inspira.

P: ¿Sobre qué temas versan tus escritos?

R: Mis novelas son de género fantástico. Hablo de lo que creo, y creo en otros planetas habitados por seres como nosotros, con las mismas inquietudes que nosotros. Nos resulta un poco complicado considerar vida extraterrestre sin que sean invasores, horribles, inteligencias superiores o seres energéticos que nos traen amor. Yo desde luego disfruto mucho recreando escenarios y circunstancias que indican que no estamos en la Tierra. Hay lectores que me han dicho con sorpresa que la civilización que describo es muy parecida a la de la Tierra. ¡Es que eso es lo que quiero dar a entender!

P: Tu segunda novela publicada se titula “El vínculo imperfecto”, ¿qué me podrías contar sobre ella?

R: Esta novela es el fruto de una época: el paso por la universidad, por talleres de escritura y, sobre todo, de mi experiencia personal. Quizá eso es tan extenso que en ella hay mucho de mí. La ambiento en el planeta Cûrus, compuesto por cuatro continentes separados por abismos. El extranjero es dañino y peligroso, aunque lo que se sabe de él es una mínima parte. Los habitantes de Prasia, uno de los cuatro continentes (Kṫeriἀ, Ms”ari, Yert’i y Prasia), llevan eras conociendo una sola lengua y una sola cultura. Nunca se ha dado la mezcla entre razas. La protagonista, Hnnak Siêguen, se verá envuelta en una posible apertura de fronteras. Se avecinan tiempos de cambio, y el corazón está inscrito en ellos. Pero, en ocasiones, los acontecimientos históricos pueden destrozar el camino marcado. La sociedad que represento es muy parecida a la nuestra, pero hay diferencias: La geografía del planeta, la ausencia de religiones o el Beis, un rayo rojizo que aparece cuando cae el sol y que es vital para ellos. Encontraréis amor, amistad, lucha, batallas y lazos de unión tan aparentemente inquebrantables como un vaso de cristal en el borde de una mesa.

P: ¿Cuánto tardaste en escribirla?

R: No te podría decir. La escribí de manera intermitente. Y luego me fui de Erasmus en el año 2009 y me pareció imposible ser constante. Cuando terminé la carrera en 2012 me dediqué a ir a la biblioteca todas las tardes para terminarla. Comencé con 200 páginas y al año llegué a las 800. Dediqué otro año más a las correcciones y conseguí publicarla en Amazon (formato digital) a finales de diciembre de 2014. Con cierto miedo sobre si estaba haciendo lo correcto, me refiero a esas dudas “posparto” literario.

P: Aunque ya has comentado un poquito la trama, ¿por qué comenzó esta historia?

R: Yo quería contar una cosa. La tenía muy clara desde el principio y esa fue la idea principal de la novela. Para no desvelar nada, diré que no creo en las religiones ni en la idea de dioses, y que si los hubiese, tendrían que vivir en la Tierra para sacarse aquí el “máster” o “doctorado”, sin prácticas remuneradas, y saber lo que es ser una mujer o un hombre en paro o con hijos.

P: ¿Qué sientes cuando alguien compra tu novela?

R: Me dan ganas de personificarme en su casa y saber qué le motivó a hacer la compra, y después quedar para compartir ideas, opiniones. Si pudiera hacerlo con todas, sería feliz y me enseñarían mucho.

P: Tienes un blog, La Boca del Libro. ¿Qué te llevó a iniciar este proyecto?

R: Fue en junio del 2011. Es un paso más que debía dar. Lo abrí cuando volví de mi experiencia Erasmus. Quería hablar sobre Literatura y sobre curiosidades de la lengua. Y poco a poco he ido aprendiendo a multiplicar contenido con las entrevistas, por ejemplo, y a manejarme en las redes sociales. De hecho, quiero pasar todo mi contenido a una web pero, por unas cosas u otras, el siguiente escalón se demora. De cualquier manera, mi blog seguirá dando guerra.

P: Como has comentado entrevistas a escritores, ¿cómo conciertas estas entrevistas?

R: Al principio ponía anuncios en Facebook, pero luego me di cuenta de que no me hacía falta mucha más difusión. La única que hago es un recordatorio al final de cada entrevista publicada de que realizo entrevistas. Luego son ellos los que se encargan de contactar conmigo. Y hay de todo, desde autores que me piden reseñas hasta otros que quieren difusión de su novela y no me adjuntan ni la cubierta ni el título ni la sinopsis. Cuando tengo claro quién es y qué ha escrito, me documento en Google si la novela encaja en el blog y les envío una lista de material que necesito para formular las preguntas. Todo es online.

P: ¿Te resulta por tanto sencillo que accedan a responderte a las preguntas?

R: Sí, claro. Ten en cuenta que lo hago gratis y es una forma de publicidad inmensa para ellos. Además, generalmente son ellos los que contactan conmigo, así que su objetivo sigue siendo el mismo: que les dé publicidad.

P: ¿Crees que hay desigualdad en tu profesión?

R: Depende del género. Si escribes novela romántica, es mejor que seas mujer.

P: ¿Qué impacto crees que ha tenido Internet en la forma de leer?

R: Creo que ha sido decisivo en la manera en la que nos hemos acercado a la lectura. Se han creado otras vías de comunicar la literatura, por ejemplo, como han sido los booktubers o los blogs que existen dedicados a reseñar libros. Internet ha sido el gran apoyo del siglo XXI para atraer a nuevos lectores, para buscar opiniones de libros, comparar precios o comprar y vender ejemplares usados desde casa. Pero también ha contribuido a la piratería de manera sistemática. Esta respuesta se merece un importante debate.  

P: ¿Crees que los jóvenes cada vez leen menos como se viene expresando en los medios de comunicación?

R: Que si los jóvenes se drogan, que si hacen botellón, que si sacan malas notas, que si están desorientados. ¡Estoy harta de este cliché desafortunado! La democratización de la lectura es relativamente reciente, apenas lleva unas décadas de vida, y los jóvenes ahora pueden leer cuándo, cómo y dónde quieran. Se pueden conseguir libros gratis en las bibliotecas y muy baratos en las librerías de viejo. Los jóvenes no leen cada vez menos. Es más, el sector editorial de nuestro país se mantiene gracias a las ventas de la literatura infantil y juvenil. Los círculos culturales que piensan que los jóvenes no leen deberían idear fórmulas para hacer más atractivos sus productos. Quizá son ellos los que se han quedado desactualizados.

P: ¿Crees que los libros en papel tienden a desaparecer?

R: No. Absolutamente, no. Tendemos a formular ideas apocalípticas cuando lo nuevo aparece en nuestras vidas. Hace un par de años creíamos que el papel se terminaría en tres días. Hay que ver con lo lentos que somos para los cambios lo rápido que vaticinamos la desaparición de los libros físicos. Yo creo que los dos soportes vivirán en amor y compañía durante mucho tiempo más. Cuantas más formas haya para leer, mejor.

P: A nivel personal, ¿qué medio de lectura prefieres, digital o papel?

R: Para leer Literatura prefiero el formato de papel. Me gusta el diseño de las cubiertas, opinar sobre ellas, tener el libro en mis manos y pasar hojas. Sin embargo, muchas veces leo la prensa en soporte digital.

P: ¿Qué opinión tienes al respecto de la situación actual de los escritores?

R: Los escritores proliferamos como setas. Supongo que al igual que los cantantes, pintores, etc. No sé qué ocurrirá en otros sectores culturales. Pero es fácil escribir ahora que lo hacemos en las redes sociales o en los emails. Hemos descubierto que todo el mundo puede escribir y publicar un libro en soporte digital en Amazon, por ejemplo, que es gratis sin haber cursado ningún taller de escritura. El problema es que no hay criba alguna. Somos tantos que el concepto de calidad se desvirtúa por completo. Al igual que proliferan los escritores, proliferan las plataformas de pago de publicación. No existe ningún editor que apueste por ti, así que puedes publicar lo más grande y que pase desapercibido sin que se le haya dado la oportunidad de publicitarlo como es debido. Creo que todavía existe mucho desconocimiento a la hora del proceso “posparto” de un libro. ¿Qué hago cuando lo termine? ¿A quién se lo mando para que lo corrija? ¿Qué editorial no me va a estafar? ¿Sabré descifrar un contrato de edición? 

P: Hoy en día, ¿qué cualidades se necesitan para ser un buen escritor?

R: Hace poco escribí sobre esto en mi blog. En mi opinión sólo hacen falta dos requisitos: leer mucho y escribir mucho, como dijo Stephen King. Pero, aparte de eso, creo que hoy en día se necesita adquirir cultura, moverse, estudiar cursos de escritura para tener criterio de opinión. Puede parecer que un “buen escritor” solo debe escribir, pero en la actualidad una buena campaña de marketing, muchas veces programada por el mismo escritor y no por editoriales, sirve para vender mucho y que se le considere buen escritor. Aunque aquí se abre el debate: ¿Un buen escritor es aquel que vende mucho? ¿Qué se considera ser un buen escritor?    

P: Abramos otro debate. ¿Qué opinión te merecen los best sellers?

R: Sinceramente, no me gusta que se les desprestigie tanto. Los hay muy buenos, como “El nombre de la rosa” o “Cien años de soledad”, buenos, regulares y malos. Creo que la función de los best sellers reside en que la gente que no está acostumbrada a leer, lea. No puedes pretender que una abuela sin estudios, por ejemplo, se lea “Ulises” de Joyce. Creo que hay que enseñar a elegir lecturas, y que los best sellers también cumplen su función para un determinado tipo de lector.

P: ¿Qué es lo que más te motiva de tu profesión?

R: Sentirme llena. Supongo que en cualquier modalidad artística ocurre lo mismo. Poner punto y final y saber que has hecho el trabajo correcto. Aprender cada día algo nuevo de mí misma o de la profesión. Por otro lado, ofrecerle a la gente otra realidad distinta, una visión diferente del género fantástico. Es complicado, pero si siempre se hubiese hecho lo mismo siglo tras siglo nada hubiera evolucionado. Lo digo por aquellos que se empeñan en decir que ya está todo inventado, escrito y redicho.

P: ¿Cuáles son tus sueños en el mundo literario?

R: El imaginario, alquilar una casa en la costa de Cornualles, también puede ser en algún remoto de la costa italiana, comprarme un Border collie y enviarle cada cierto tiempo un manuscrito a mi editor. El realista e ideal es que un público mayoritario de gente me lea y me reconozca. También crear mi propia revista literaria y colaborar para acercar la lectura a la gente. El sueño más cercano es terminar mi tercera novela, preferiblemente antes de terminar el año.  

P: ¿Hay algún proyecto literario que todavía no hayas comentado y en el que ahora mismo estés inmersa?

R: Sí. Siempre tengo que tener alguna novela entre manos. He terminado el borrador de “La ciudad de los hombres buenos”, una novela de fantasía que trata sobre el mundo del ballet. Ahora estoy con la corrección. Lo bueno es que no es muy extensa, no como “El vínculo imperfecto”, y es más manejable para envíos a editoriales o a concursos, por ejemplo. Trata sobre Zilà, una mujer que se dedica al ballet profesional y que está casada con un hombre veinte años mayor que ella, director de orquesta. Por circunstancias del destino, a ella la secuestran y despierta en la aldea de una Luna que orbita la Tierra donde solo habitan hombres que han cometido delito contra la mujer. El contraste de vivencias será brutal para Zilà. Siempre mezclo fantasía y realidad.

P: Además de la literatura, ¿cuáles son tus aficiones?

R: El cine es mi segundo referente cultural. Es otra forma de aprender a entrenar la imaginación influyéndote de escenas para poder escribir. También bailar, en concreto el ballet, la natación, el senderismo (soy muy de campo) y la astronomía. Esta última, tan alejada de las letras, me sorprende gratamente cada vez que descubro alguna peculiaridad del cosmos. Ahora que la sonda espacial Juno ha llegado a Júpiter, me leo todas las noticias afines.

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