“Tenía claro que quería ayudar a los más desfavorecidos que son casi siempre los niños”
Modelo, actriz de teatro, cine y televisión, Mónica Pont ahora nos sorprende con una nueva faceta. Acaba de publicar la novela “No estás sola”, una desgarradora historia acerca de los tortuosos procesos de divorcio y el sufrimiento de los niños que se convierten en las principales víctimas de esta circunstancia. Este libro es un bonito regalo para estas navidades ya que el 100% de los derechos de autor están destinados al Fondo de Becas de la Fundación Mujeres. Esta institución ayuda a los más pequeños proporcionándoles cuidados y asistencia psicológica tan necesaria en estos casos. Un proyecto muy humanitario que se suma a otros tantos que Mónica Pont ha planeado para el próximo año.
P: Acabas de publicar “No estás sola” que trata la historia de una madre que es separada de su hijo, ¿en qué o quién te inspiraste para configurar este contenido tan desgarrador?
R: Me inspiré en mi propia experiencia vivida durante los diez años que estuve litigando en los juzgados luchando por la custodia de mi hijo Javier. También me inspiré en las experiencias de otros padres y madres donde me comentaban, a través de mis redes sociales, sus experiencias vividas parecidas a la mía, de ahí viene el título de mi novela, “No estás sola”.
P: ¿Consideras que la justicia a veces no es justa?
R: Considero que hay una parte de la justicia que no funciona como es debido. Que son fácilmente influenciables y que a veces no juzgan con la imparcialidad con la que deberían. A mí me tocó desgraciadamente esa parte de la injusticia de la justicia de la que hago referencia en mi novela.
P: ¿Cómo has vivido el proceso de escritura de “No estás sola”?
R: Lo he vivido de una forma muy intensa y personal, pero a la vez desde un punto de vista más objetivo y sereno. La he escrito durante este año una vez que el procedimiento judicial ya había finalizado. Pero reconozco que aun así me ha servido de terapia para cerrar el capítulo más doloroso de mi vida.
P: Como has comentado, te adentras en los procesos tortuosos de divorcio, ¿esta novela demuestra que todo vale realmente para conseguir la custodia de los hijos?
Si, así es. Pero sobre todo la he escrito para concienciar a esos padres y madres que están inmersos en una salvaje guerra de destrucción como la mía para que intenten frenar y congelar sus odios, hablen y cedan. No hay un solo problema que no se pueda resolver dialogando. Dice el refrán que es mejor ceder que pelear y es cierto. Da igual lo mal marido o mala mujer que la otra persona haya sido, da igual cuánto nos haya traicionado; lo único que de verdad importa es que nuestros hijos no sufran. Espero que la vivencia de Carolina, la protagonista de esta historia, pueda ayudar a esos lectores a evitar que cometan algunos errores y a que tomen las mejores decisiones posibles con respecto a sus hijos. Que sean generosos porque ellos se dan cuenta.
P: ¿Hasta qué punto los menores de edad sufren con este tipo de situaciones?
R: Hasta el punto de vivir dos mundos paralelos con sus dos progenitores por miedo a que lo interroguen o se enfaden, a callarse sus verdaderas emociones, a mentir para contentar al otro, incluso a veces a manipular también ellos a sus padres y aprovecharse de esa situación y convertirse en auténticos tiranos. En todos los casos, ellos son las verdaderas víctimas siempre.
P: ¿Se ha puesto en contacto contigo alguna lectora que esté atravesando la situación de Carolina, el personaje principal?
R: Pues claro, y lo curioso es que me hablan del personaje como si fueran ellas, se identifican completamente con Carolina. Me comentan a través de mis redes sociales la rabia y la impotencia que han sufrido mientras se leían la novela. Lo curioso es que algún que otro hombre, que también se la ha leído, me ha manifestado su enfado por ser precisamente los hombres los que más sufren este tipo de situaciones cuando hay una separación. Ellos también se ven reflejados en Carolina, porque al fin y al cabo la figura del padre es el progenitor que suele perder normalmente las custodias de sus hijos.
P: Esta novela ha sido presentada en Fnac de Madrid y en la librería +Bernat de Barcelona, ¿cómo has vivido estos encuentros con el público y los medios de comunicación?
R: En Madrid estuve rodeada de amigos y compañeros de profesión. También acudieron multitud de medios de comunicación porque el tema de la novela les parecía interesante. En la mesa de esa presentación estuvieron dos figuras muy importantes para mí, el fiscal en excedencia de la Audiencia Nacional Don Ignacio Gordillo y la representante de la Fundación Mujeres, donde cedo el 100% de los derechos de autor, la Señora Doña Marisa Soleto Ávila. En cambio en Barcelona se convirtió en una presentación más familiar rodeada de seres queridos y amigos. En esta presentación también acudió Don Ignacio Gordillo y el conocido abogado de familia Ramón Tamborero que llevó parte de mi procedimiento judicial. Fue muy entrañable la verdad.
P: ¿Qué ha supuesto para ti que en el primer día de su lanzamiento ya se agotaran todos los ejemplares en Fnac?
R: Me imagino que los habrán repuesto… (Risas). La verdad es que todavía es pronto para saber si la novela va a ser un éxito en ventas o no, espero que lo sea para poder ayudar a los niños que más lo necesitan.
P: Como has explicado, los derechos de autor que genere esta novela van destinados íntegramente para becas de la Fundación Mujeres, ¿cómo surgió esta iniciativa?
R: Yo sabía desde el minuto uno que la estaba escribiendo que no quería lucrarme en nada con ella. Tenía claro que quería ayudar a los más desfavorecidos que son, en este tipo de situaciones, casi siempre los niños. Me puse en contacto con la fundación y ellos me explicaron que existía ese fondo de becas para ayudarles en su educación, en sus cuidados y, lo más importante, dándoles asistencia psicológica tan necesaria en estos casos.
P: ¿Tuviste la oportunidad de hablar con la fiscal Soledad Cazorla, creadora de esta asociación, acerca de estos niños y sus casos?
R: No, porque falleció el 4 de mayo de 2015 con 60 años de edad. Pero sí he tenido la oportunidad de conocer a su marido, Joaquín Tagar, que está al mando de ese proyecto.
P: Además de ayudar a estos niños, ¿qué es lo que más te gustaría conseguir con este libro?
R: Ayudar en general a los padres para que no cometan los mismos errores que cometieron sus protagonistas, concienciar a la justicia para que no cometan más injusticias… Y, sobre todo, que las personas que se la lean sepan que “No están solas”.
P: Ahora que estamos en fechas navideñas, ¿por qué crees que tu novela sería un buen regalo de Reyes?
R: Porque, tal como acabo de decir, el 100% de los derechos de autor de esta novela estarán destinados al Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto de la Fundación Mujeres. Se trata de un fondo que ayuda a esos niños víctimas de violencia doméstica que se han quedado huérfanos y sin hogar y que viven en hogares inestables o con problemas económicos como pueden ser los abuelos. Este fondo les da una posibilidad de que tengan una formación académica y una asistencia psicológica. Si no, ¿qué sentido tiene la Navidad? Si no nos volvemos todos un poquito más humanitarios con estos temas…
P: Actriz, modelo ¡y ahora también escritora! ¿En qué faceta te sientes más cómoda?
R: En todas me siento cómoda la verdad… Lo importante es hacer cosas en la vida que te gusten. A mí me gusta crear y hacer sentir al espectador, al lector… Es igual si creas un personaje desde un texto que otros hayan escrito o escribes tú el texto y, a través de él, haces que se emocione quien te está leyendo. Todo tiene que ver con el arte.
P: ¿Qué más proyectos tienes de cara a 2017?
R: Posiblemente lo siguiente que vaya a hacer será meterme en producción de teatro interpretando también yo uno de los personajes, claro está.
P: Por último, ¿qué le pides al año nuevo?
R: Paz, paz y paz que ya está bien de tanta guerra.
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