Crítica: película “Lo que de verdad importa”

Una historia 100% benéfica

El 17 de febrero se estrenó en los cines españoles la segunda producción del cineasta Paco Arango, una película mágica, positiva y, sobre todo, solidaria. Con “Lo que de verdad importa” todos aportamos nuestro granito de arena, ya que lo recaudado se destinará a que muchos niños que sufren cáncer puedan disfrutar de unas vacaciones inolvidables en los campamentos fundados por Paul Newman, “Serious Fun Children’s Network”, con los que colabora desde hace años la Fundación Aladina, presidida por Arango, que lleva una década regalando sonrisas a los pequeños enfermos. Se trata de toda una experiencia curativa en un espacio extraordinario donde los menores recibirán grandes dosis de diversión que, al fin y al cabo, son la mejor medicina.

La taquilla del primer fin de semana fue crucial para mantener “Lo que de verdad importa” en cartelera y sostener la recaudación propuesta. Sin duda, ha sido uno de los estrenos más especiales del año en el que cultura y solidaridad se han abrazado. Somos un país fraternal y el éxito a nivel social para esta producción audiovisual no ha tardado en llegar, debido quizás a la curiosidad que suscita el proyecto, aunque la crítica se ha mostrado un tanto contraria a esta suerte de fábula cinematográfica. No obstante, en las primeras semanas la demanda fue tal que la película amplió su proyección hasta a 240 salas de toda España.

“Lo que de verdad importa” tiene como protagonista a Alec, un ingeniero mecánico que trabaja en una tienda de reparaciones eléctricas, cuya existencia en Inglaterra está de capa caída. Casualidades del destino, un hombre que dice ser su tío aparece en su vida para darla un giro inesperado. Le propone instalarse en Nueva Escocia (Canadá) durante un año y, debido a una confusión, los habitantes del pueblo al que acaba viajando, Lunenburg, le consideran un auténtico curandero. Hay que remitirse a las pruebas tras su llegada: han desaparecido las dolencias de todos los pacientes que han conocido a Alec.

Oliver Jackson Cohen encarna a la perfección este papel principal aunque también hay que destacar la actuación de Camilla Luddington. La actriz interpreta a Cecilia, la primera persona que el protagonista conocerá en su nueva aventura y con la que establecerá unos lazos muy especiales. Ella se convertirá en la mano derecha de este supuesto sanador milagroso quien comienza a percibir sucesos extraños a su alrededor sin saber previamente que todo parte de un secreto familiar.

Esta historia plantea un interrogante universal: ¿Qué haríais vosotros si tuvierais el supuesto don de Alec para sanar a los que os rodean? En cuanto veáis en encuadre a Abigail, interpretada por Kaitlyn Bernard, comprenderéis que vuestra respuesta sería ayudar e intentar salvar el mayor número posible de vidas. Esta adolescente padece un cáncer terminal, aunque paradojicamente está dispuesta a tender la mano a los demás hasta el último segundo de su vida. Para su edad presenta un elevado nivel de madurez e inteligencia, debido seguramente a la situación que le ha tocado lidiar, dejando al propio Alec desconcertado en varias ocasiones. Su nexo con esta joven heroína le servirá para tomar las riendas de su propia existencia.

Ahora bien, ¿el poder de Alec se debe entender únicamente como una especie de bendición divina o como una energía a la que todos nos podríamos sumar más allá de la ficción? Cuando el montaje acabe muchos de vosotros querréis contribuir, de una u otra manera, a la consecución de un mundo mejor. Gracias a la sorpresa final, en forma de imágenes con protagonistas reales, descubriréis que todos y cada uno de nosotros tenemos el poder de cambiar este planeta y luchar para la mejora y erradicación de enfermedades como la que se muestra en pantalla. Por ello, este título de 113 minutos de duración está dedicado a la memoria de Paul Newman por su fundación e iniciativa en los campamentos “Serious Fun Children’s Network” para menores con enfermedades graves. Una auténtica comunidad internacional en continuo crecimiento. Así que no lo olvidéis: con vuestra entrada de cine estaréis ayudando a muchos niños enfermos de cáncer. Cada pase suma para regalarles unas vacaciones mágicas. Si todavía no os habéis unido a la causa es hora de demostrar vuestra solidaridad y descubrir de primera mano la película benéfica de la que todo el mundo habla.

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