Una promesa es una promesa
El 2018 está a punto de llegar a su fin y hay una película que me ha sorprendido especialmente. Se trata de “El último traje”, una comedia dramática que cuenta el viaje de un hombre por el mundo para reencontrarse con un buen amigo. Y es que dicen que cuando rompes una promesa también rompes un corazón así que vamos a adentrarnos en el juramento de este protagonista que sorprenderá a todos los espectadores porque además el contexto rodea el holocausto judío. Como se puede intuir, nos encontramos ante una historia sensible que tocará las fibras a cualquiera que la revise. Una película argentina que está dirigida por Pablo Solarz y protagonizada por Miguel Ángel Solá, muy bien acompañado de las actrices Ángela Molina y Natalia Verbeke.
“El último traje” es la segunda película de Pablo Solarz como director después de la comedia “Juntos para siempre” y, sobre todo, de destacar como guionista principalmente en ese mismo género. La cinta habla de una de las peores atrocidades de la humanidad a través de la historia de su protagonista, Abraham.
Miguel Ángel Solá da vida a este sastre judío de ochenta y tantos, por lo que se aprecia que el actor ha tenido que trabajar especialmente los movimientos corporales. Se trata de un personaje muy rico en matices, debido básicamente a los recuerdos que carga a sus espaldas. A veces se reconoce como un galán, otras como un terco y alguna que otra como un resentido.
A pesar de tratarse de un anciano bastante gruñón, Abraham es encantador y protagoniza numerosos momentos divertidos que consiguen que la película sea ligera y los espectadores viajen con el personaje que cruza el planeta para reencontrarse con su amigo. Por lo tanto, resulta dramático, a la par que tierno, el viaje que emprende este protagonista que recorre de Argentina a Polonia, pasando por España y Alemania, entre otros países por una promesa muy especial.
La cinta “El último traje” está inspirada en una historia que el propio cineasta escuchó en una confitería. Una realidad narrada por dos señores mayores que se contaban el viaje del padre de uno de ellos para reencontrarse con un amigo. En la contextualización de esta película también influyó que Pablo Solarz fuera cada vez más consciente de todas las separaciones que produjo el holocausto, sobre todo a raíz de inspirarse en su propia historia. Y es que hay que tener en cuenta que también está basada en la realidad de su propio abuelo, un judío polaco que se vio obligado a exiliarse en Argentina durante el nazismo.
El director también ha reconocido que “Esculpir en el viento” intervino a la hora de configurar los personajes. Entre ellos destaca la reconocida actriz española Ángela Molina que tiene un papel relevante, una mujer de carácter pero gran corazón que se vincula con el protagonista. Hay que destacar también la actuación de Natalia Verbeke que ha demostrado ser una actriz que puede interpretar cualquier personaje que se proponga.
“El último traje” nos recuerda que una vida vivida con intensidad vale mucho más que aquella en la que se huye, donde no se mira al frente. Una cinta que ensalza los valores de la amistad y el amor recordándonos que lo importante es hoy, porque mañana puede ser demasiado tarde.
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