La soltería es un estado de ánimo
En 2014 Bárbara Alpuente publicó un auténtico manual para sobrevivir a la presión de una sociedad que directamente te mira raro si no tienes pareja. “El amor se me hace bola” es un libro de Editorial Planeta que no ha perdido un ápice de actualidad ya que en sus 208 páginas refleja con humor la vida misma. Y es que, como recalca la autora de esta tragicomedia, no solo el amor ya no dura mil años sino que directamente cada vez son más las mujeres que no siguen los patrones vitales marcados por madres y abuelas disfrutando de su existencia sin depender de nadie. Una historia que a mí me ha enseñado que hay que dejar que cada persona viva su vida como quiera (¡que para eso es suya!) porque nadie se va a quedar aquí, todos estamos de paso, así que lo que mejor podemos hacer es respetar a los demás.
Muchas mujeres no acaban de encontrar al hombre de su vida y en “El amor se me hace bola” Bárbara Alpuente recuerda que ni falta que les hace. La autora nos ofrece una historia muy divertida sobre las vicisitudes que comporta nuestro género en el siglo XXI, ahondando en la idea de si las solteras son fracasadas o más bien pioneras de un nuevo modelo de feminidad. Porque no cabe duda de que la mayoría de chicas en edad de merecer que todavía no ha encontrado a su media naranja sufre una presión social sin sentido por el simple hecho de que se les puede pasar el arroz (odio esta expresión). Pero, a veces, nos olvidamos que no siempre hay que seguir un modelo tradicional. Al final, ¿cuántas parejas están juntas y no se quieren o tienen problemas irresolubles? Hay personas que directamente se merecen un aplauso porque no cuentan con compañía pero porque han tomado esa decisión evidenciando que lo más importante es que seas como seas, seas feliz.
Desde que he leído “El amor se me hace bola” me siento mucho más libre y segura de mi misma. Bárbara Alpuente cuenta situaciones y comparte sentimientos que todas las mujeres, en mayor o menor medida, hemos experimentado. La autora nos descubre muchas de las formas en las que nos hemos autocastigado mentalmente por no tener pareja a la par que nos sirve en bandeja de plata (de una manera cómica) las ventajas de ser independientes, disfrutar de la soledad y afirmar que una vida sin pareja también tiene su punto.
Os aseguro que con “El amor se me hace bola” pasaréis un buen rato y no lo digo exclusivamente porque responda a un título divertido sino también porque es realista, desde la primera página hasta la última dice verdades como puños. Claro que, para que os resulte igual de hilarante que a mí, no solo deberíais hincarle el diente en el momento emocional justo sino que también os alerto de antemano que la autora busca que nos identifiquemos con sus palabras a base de humor ácido e ironía. Ese es el trato.
“El amor se me hace bola” es un título que recomiendo enteramente a mujeres de cualquier edad con ganas de redescubrirse pero, sobre todo, de darse cuenta que estar sola no tiene nada de malo. Ahora que estamos a punto de dejar atrás este loco 2020 creo que el discurso de Bárbara Alpuente puede abrir los ojos a última hora a más de una lectora. Porque nunca es tarde para tomar las riendas de la vida y, especialmente, para descubrir que una nunca está tan sola en esta catástrofe que es amar y no siempre ser correspondida.
Considero que con su lenguaje fresco y su tono ligero la narradora de esta obra cumple su misión, primero porque es imposible pasar de un capítulo a otro sin compartir al aire una sonrisa cómplice y, segundo, porque la autora invita a la reflexión sobre el papel de la mujer en la sociedad moderna esbozando a una nueva generación que venimos rompiendo esquemas.
En cada episodio Barbara Alpuente comparte algunas de sus vivencias sin pelos en la lengua, pero principalmente se centra en hacer un recorrido por ese universo reconocible que es nuestra sociedad en la que se da por hecho (cada vez menos, pero ahí seguimos con la retahíla) que hay que casarse, hay que tener hijos y, por resumir, hay que estar siempre perfecta cuando en verdad la búsqueda de pareja no debería esclavizarnos ni mucho menos ninguna mujer debería sentirse fracasada por no seguir los pasos que marca este sistema. Así, la autora compone desde una perspectiva reivindicativa un retrato muy entretenido en el que relata la aventura de las citas, habla de sexo, aborda la boda de esa mejor amiga que todas tenemos y también se explaya con la maternidad.
En conclusión, después de devorar esta historia escrita en clave de humor os animo a que tengáis la autoestima siempre alta, de una manera o de otra, de un estado civil o de otro. Vamos, que viváis la vida porque son dos días ¡y uno estamos confinados!
Periodista versátil con experiencia en redacción, liderazgo y gestión de comunidades online, comprometida con la difusión de información relevante y la creación de contenido impactante