Crítica: serie “Veneno”

Vida y muerte de un icono

Si el 2020 merece ser recordado por algo es por la calidad de la ficción española con títulos como “Veneno” dando la vuelta al mundo. Y es que esta serie de ocho capítulos creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi, conocidos popularmente como Los Javis, nos acerca a la vida de la cantante, actriz y vedette Cristina Ortiz. Este biopic, estrenado a través de la plataforma de Atresmedia, Atresplayer Premium (aunque también se ha emitido internacionalmente por HBO Max), está basado en la obra publicada en 2016 “¡Digo! Ni puta, ni santa. Las memorias de La Veneno” escrita por Valeria Vegas. Jedet, Daniela Santiago e Isabel Torres son las encargadas de dar vida a la protagonista desde su etapa de transición. Un reparto de mujeres transexuales para una historia redonda.

Ya sabíamos que Los Javis son una garantía de éxito puesto que tienen un enorme talento para escribir guiones y dirigir (ahí tenemos el triunfo de la película “La Llamada” y el furor por “Paquita Salas” que continúa haciendo las delicias de los suscriptores de Netflix), pero lo que ha sucedido con la ganadora del Premio Iris de la Crítica 2020 es de otro nivel porque “Veneno” emociona de principio a fin visibilizando la realidad de las personas transexuales.

“Veneno” es una de las mejores series españolas y cada uno de sus episodios (“La noche que cruzamos el Mississippi”, “Un viaje en el tiempo”, “Acaríciame”, “La maldición de las Onassis”, “Cristina a través del espejo”, “Una de las nuestras”, “Fue más o menos así” y “Los tres entierros de Cristina Ortiz”) resulta una auténtica obra de arte audiovisual ya que los creadores tienen el genio de unir el drama y el humor en una misma secuencia. Desde luego la calidad del montaje, donde cada plano, cada frase y cada detalle tienen un significado, así como la labor de la historia a la hora de visibilizar la transexualidad, da como resultado un fenómeno social que ha traspasado la pantalla.

Esta montaña rusa de emociones que es la serie ahonda en la vida de Cristina Ortiz, conocida por el gran público como La Veneno, desde su infancia en Adra (Almería) hasta su muerte en Madrid el 9 de noviembre de 2016 a los 52 años debido a un traumatismo craneoencefálico. Nos adentramos en una conmovedora historia que además tiene como hilo conductor a Valeria Vegas, interpretada por Lola Rodríguez, la estudiante de periodismo que publicó las memorias de la almeriense.

Primeramente “Veneno” narra los primeros años de esta fiera mediática como Joselito, una época en la que ya se sentía mujer a pesar de que sus familiares (especialmente su madre María Jesús) y algunos vecinos del pueblo repudiaban su identidad de género. Ahora bien, la producción aborda especialmente la etapa de transición de Cristina Ortiz, así como su salto a los platós de televisión y a la fama después de que la reportera Faela Sainz, encarnada por Lola Dueñas, descubriera a la deslenguada y energética protagonista ejerciendo la prostitución en el Parque del Oeste de Madrid.

En este sentido, en la serie se recoge la importancia del presentador Pepe Navarro, interpretado por Israel Elejalde, para La Veneno que se convirtió -allá por 1996- en colaboradora de “Esta noche cruzamos el Mississippi” en Telecinco, además de en uno de los iconos LGTBI más populares de nuestro país. No obstante, hay que destacar que antes de cautivar a la audiencia con su presencia arrolladora acudió como José Antonio en 1991 al programa «Vivan los novios» de Telecinco donde ganó un viaje a Tailandia.

Igualmente “Veneno” se sumerge en los años más oscuros de Cristina Ortiz, contando con lujo de detalles la decadencia de su etapa final en televisión paseándose por programas como “DEC” y “Sábado Deluxe” tras pasar por la cárcel debido a un delito de estafa a la compañía de seguros del apartamento donde vivía.

Aunque La Veneno murió en noviembre de 2016, su recuerdo permanece más vivo que nunca después de que su historia (que por momentos roza la tragedia) se haya convertido en serie devolviendo asimismo a la primera línea televisiva a Paca la Piraña que se interpreta a sí misma en la ficción. En suma, “Veneno” es un homenaje a dicha artista hecho desde el más profundo respeto y amor, pero también es un guiño a quienes han luchado por los derechos del colectivo LGTBI. A esas personas que en la mayoría de las ocasiones han permanecido estigmatizadas.

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