Divertimento sano
Acudir al cine es el entretenimiento perfecto de cualquier época del año, aunque con estas temperaturas tropicales disfrutar de una película en una sala acondicionada resulta todavía más apetecible. “Minions: El origen de Gru” es una de las producciones que actualmente centran la cartelera para toda la familia y que nos invita a reflexionar sobre la creciente influencia de los simpáticos personajes amarillos que descubrimos allá por 2010 en “Gru: Mi villano favorito” y que nos cautivaron definitivamente en la secuela “Gru 2: Mi villano favorito”, estrenada en 2013, y en “Gru 3: Mi villano favorito” que fue lanzada en 2017. Si bien la nueva aventura se focaliza en el malvado principal, Kevin, Stuart, Bob, así como Otto, brillan a la misma altura y nos hacen reír como siempre con sus ocurrencias.
Pese a que los Minions hablan su propia lengua, y en la mayoría de las ocasiones apenas les entendemos, lo cierto es que estos entrañables personajes nos han embelesado como pocos y han logrado centralizar una franquicia inconmensurable. El merchandising no pasa de moda y las posibilidades para dar continuidad a la historia parecen infinitas. El fenómeno se visualiza francamente bien en “Minions: El origen de Gru” que, desde su estreno el pasado 1 de julio en la gran pantalla, ha hecho las delicias de pequeños y mayores. Aunque este nuevo título busca la risa fácil de los críos también le funciona bien el enganche del público adulto. Porque los seres amarillos son tan reconocibles que la mayoría acude al cine con expectativas altas y con el convencimiento de que no defraudarán. Precisamente por esto me ha gustado esta quinta cinta pues no solo no muestra síntomas de agotamiento, sino que además resulta precisa tras la precuela estrenada en 2015 que se remonta al auténtico inicio.
Faltaba, por tanto, conocer el origen de Gru así que la película se ambienta en los años setenta cuando el protagonista sueña con convertirse en un supervillano y recibe una invitación para formar parte de un grupo integrado por grandes malvados entre los que se encuentra una particular monja ninja. Este equipo le ridiculiza, aunque consigue demostrar que es perverso para su corta edad robando una piedra que marcará el devenir de los acontecimientos en los que, evidentemente, Kevin, Stuart y Bob se verán implicados añadiendo un humor muy característico a la trama.
En conclusión, “Minions: El origen de Gru” nos muestra las primeras misiones del conocido villano y sus secuaces, consagrando una franquicia que da en la diana de la diversión. La película entretiene, de hecho, no hay respiro en la disparatada acción gracias a unas carismáticas criaturas que conservan la chispa de la primera vez que nos sedujeron.
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