Crítica: espectáculo “Disney On Ice: Mickey y sus amigos”

Magia sobre el hielo

Ha llegado al Movistar Arena, anteriormente conocido como WiZink Center por motivos de patrocinio, el espectáculo familiar más esperado de la temporada. De la mano de Mickey y sus amigos, Disney On Ice regresa a Madrid con un espectáculo cargado de novedades que hace un repaso por las principales películas de la factoría de entretenimiento más famosa del mundo como Vaiana, que estrenó su secuela el pasado 29 de noviembre, Frozen, Buscando a Nemo o Encanto, animándonos a cantar y bailar con Mirabel y sus hermanas Isabela y Luisa. Con una duración de una hora y cuarenta y cinco minutos, descanso incluido, niños y mayores vivimos una aventura sobre hielo a través de las historias más memorables de Disney donde tienen cabida la fantasía y la magia y donde los sueños se hacen realidad.

El tiempo previo a la apertura de puertas una hora antes del espectáculo, la Avenida Felipe II se ha llenado de asistentes ilusionados con ganas ver de cerca a los personajes más populares de Disney. La mayor parte niños, evidentemente, que han desafiado el frío polar que ha alcanzado a Madrid escogiendo el mejor disfraz para una ocasión tan especial. Desde trajes de Vaiana, Elsa, Bella o Rapuncel hasta las clásicas orejas de Mickey y Minnie Mouse. Y si alguien se ha olvidado del atuendo no pasa nada pues a la entrada del recinto se han habilitado varios stands con merchandising de la factoría, desde peluches y pomperos hasta espadas y gorras, pasando por palomitas y algodón de azúcar para saborear mientras se disfruta del espectáculo.

Teniendo en cuenta que el Movistar Arena es enorme las mejores entradas son las cercanas a la pista de hielo, sobre todo, para quienes acuden con menores (por ejemplo, yo he visto muy bien el show desde el sector 02 extensible fila B butaca 1, accediendo por las puertas 1 a 3), aunque hay asientos todavía más próximos y de frente a este escenario improvisado de hielo. Seguramente de esta manera se tienen más posibilidades de aparecer en las enormes pantallas que funcionan como las Kiss Cam o Dance Cam tan usadas en partidos de Estados Unidos en los que se enfoca al público en directo. Y es que el espectáculo se vive con intensidad incluso antes de dar comienzo, con animadores que nos invitan a disfrutar al completo de este show para el que, por cierto, os aconsejo que vayáis abrigados porque la temperatura del ambiente permanece bastante fría para mantener el hielo en buen estado.

Producido por Feld Entertainment, el espectáculo se inicia con Mickey Mouse uniéndose a Minnie, el Pato Donald y Goofy para encontrar su recuerdo favorito. Que estos amigos hayan sido seleccionados como los anfitriones del espectáculo no es casual ni sorpresivo porque para algo este simpático ratón que siempre busca hacer lo correcto es el emblema de Disney y el que reemplazó en popularidad a Oswald the Lucky Rabbit. Así, se encargará especialmente de animar al público a ser parte del show y estará muy pendiente de las acciones de varios niños que son sacados al azar al escenario.

Durante el espectáculo, el Movistar Arena vive una auténtica celebración de la amistad junto a Buzz Lightyear, Woody y otros juguetes de Toy Story como el dinosaurio Rex o el cerdo Hamm. Asimismo, los presentes navegaremos junto a Vaiana mientras demuestra su valentía para salvar su isla en alta mar junto al semidiós Maui.

En esta primera parte del show también hacen su acto de aparición las principales princesas de Disney como Mérida, con su arco y flechas, Tiana o Cenicienta acompañada del príncipe. Reconocemos a todos los personajes fácilmente porque se ha cuidado hasta el último detalle de su estilismo, transportándonos a los mundos mágicos de las películas de Disney. Se aprecia el uso de telas brillantes que hacen que cada número sea aún más deslumbrante bajo las luces del escenario siendo uno de los aspectos más destacados del espectáculo. De hecho, cada nueva aparición es todavía más espectacular si cabe, así, Ariel aparece suspendida en el aire con la ayuda de Eric, Bella (¡se ha echado en falta a Bestia!) se marca unos pasos espectaculares sobre el hielo y Mulán brilla con una comitiva de dragón. De igual manera, Jasmín y Aladdín nos hace viajar a su mundo ideal sin necesidad de alfombra mágica gracias a la música que, sin duda, es la que nos conecta rápidamente con Disney On Ice: Mickey y sus amigos. Aunque, personalmente, lo que más me ha llamado la atención es la capacidad de los artistas para desenvolverse sobre el hielo ¡increíble como Rapuncel trepa con los patines por una tela que simula su pelo largo! Y es que los patinadores no solo interpretan, sino que también realizan acrobacias y movimientos en el aire con una habilidad tan fascinante como sorprendente con la que crean una atmósfera etérea y mágica que nunca había visto.

Ya en la segunda parte del espectáculo se hace un guiño al corto El aprendiz de brujo dejando patente la importancia de Disney en nuestra vida. Y es que si reflexionamos durante unos segundos nos daremos cuenta de que sus historias llevan décadas acompañándonos y se han convertido en algo tan esencial como emocional de la cultura popular pues están repletas de valores positivos como la amistad, la valentía, la superación personal, el amor y la bondad. Unos mensajes que ya transmitía Mickey Mouse hace muchísimos años que inspiran y enseñan lecciones valiosas que se han transmitido de generación en generación. Desde luego, con la puesta en marcha de esta nueva edición de Disney On Ice, que desde 1988 se ha presentado en todo el mundo, hay que dar las gracias a la factoría por la innovación de nuevas formas de entretenimiento acaparando la industria del cine, la animación y el arte en general.

No hay un momento de aburrimiento pues el espectáculo va de menos a más, permitiendo que el público también nade junto a Dory, Nemo, Marlin y Hank, protagonistas de Buscando a Dory. Asimismo, durante este mágico viaje por los mejores recuerdos de Disney, los asistentes también viajaremos al mundo invernal de Arendelle donde viven Anna y Elsa. Me ha resultado curioso el furor que siguen despertando estas hermanas y la ovación que ha provocado la aparición estelar del muñeco de nieve Olaf. Si verdaderamente queréis saber qué personajes son los más queridos, este show os sirve la respuesta en bandeja de plata. Por último, recorremos las montañas de Colombia donde conoceremos a los Madrigal, protagonistas de Encanto, y cantaremos a grito pelado No se habla de Bruno.

En resumen, no hace falta volar hasta Disneyland Paris para disfrutar de Mickey y sus amigos. Tras su parada este fin de semana en Madrid, el espectáculo aterrizará en el Palau Sant Jordi de Barcelona del 13 al 16 de febrero.

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