Mirko pone a su ciudad en pie
El cantautor Mirko actuó en la Sala Aperitoche de su municipio, Las Rozas, el viernes 12 de abril. Hace tiempo, entrevistamos a Mirko y hasta ese día no habíamos podido disfrutar en un concierto de su voz. Y no defraudó. El concierto estaba previsto a las 23 horas, sin embargo se demoró más de un cuarto de hora. Es probable que esta tardanza se debiera a que el local a la hora señalada no estaba demasiado concurrido. Poco a poco, los asistentes fueron cada vez más numerosos y llegaron a llenar la sala. La impaciencia se apreciaba en el rostro del público, estaban deseando que empezara. Por fin, Mirko y su banda subieron al escenario. La primera canción comenzó a sonar con fuerza, estaban en su ciudad natal, un escenario que parecía especial para ellos, debido a la cantidad de familiares y amigos que les estaban viendo.
El concierto fue un recital de música con un precio muy bajo para el público: ¡Era gratis! Una iniciativa digna de agradecer, ya que un acto como este en cualquier otro lugar se hubiera hecho negocio. Sin embargo, los dueños de Aperitoche tienen esta política y a pesar de que la sala se encuentra en un polígono industrial y cuesta encontrarla, la búsqueda merece la pena.
El compositor, muy concentrado en todo momento, no se separó de su guitarra acústica. Los sonidos de este instrumento estaban acompañados por los de un bajo y una guitarra eléctrica por lo que los tres miembros consiguieron levantar al público de sus asientos desde el inicio.
Lo más destacable de su actuación es que interactuó con el público, preguntando al final de determinadas canciones si les había gustado. Los espectadores, unos de pie y otros sentados en banquetas frente al escenario, estaban contentos. Se notaba que les estaba gustando el concierto y el ambiente que se había generado en torno al artista.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando su hermana pequeña subió al escenario y juntos se lanzaron a cantar un tema especial para ambos. El grupo tocó las canciones más conocidas de su disco “Algo diferente” durante algo más de hora y media. Mientras, las admiradoras mostraban a los músicos pancartas cariñosas que éstos agradecieron al final del concierto acercándose a ellas. Entre los espectadores que conocen su música, las canciones gustan. Sonaron temas como “Bicho malo”, “Juguete roto” o “Victoria”, canción dedicada a una chica con problemas de anorexia. Además, Mirko versionó canciones muy conocidas para el público como “Yo pienso en aquella tarde” de Pereza, “Princesa” de Sabina, “Antes que ver el sol” de Coti o la divertida canción de Tequila, “Salta”. Estos temas contribuyeron a que el público se metiera más si cabe en el concierto y se animara a cantar y bailar. No obstante, cuando de verdad vibró la sala y los aplausos aumentaron fue cuando él y su banda tocaron “Sin Madrid”, una de las canciones más conocidas del joven artista.
“Maldición” fue la canción escogida por Mirko y su banda para despedirse de sus fans y dar por finalizado el concierto, aunque el cantante no tuvo reparo en bajar del escenario para fotografiarse con sus seguidores. Un gesto simbólico que muchos artistas no hacen y que sin duda, Mirko demostró ser cercano con aquellos que apoyan su música. Seguro que todos los asistentes recomendarán el próximo concierto de esta promesa musical.
Periodista especializada en comunicación, cultura y gastronomía.