No hay mal que por bien no venga
La versión española de “El clan de las divorciadas” ha conseguido seguir con la estela del mayor éxito de la cartelera teatral parisina. Más de una década sobre las tablas y casi tres millones de espectadores avalan el triunfo de la que aquí será una de las obras de la temporada. Protagonizada por Esperanza Elipe, Vanesa Romero y Andoni Ferreño, la función nos descubre otro sentido de la amistad, aquel que se produce de forma inesperada tras la convivencia circunstancial. Y, cómo reza el título de la misma, trata de divorcios, de la forma en que cada persona lo afronte, aunque a todo hay que encontrarle su parte positiva. Si quieres descubrir qué tiene de especial esta representación estrenada el 2 de septiembre, no dudes en acomodarte en el Teatro Muñoz Seca y dejarte llevar por un viaje donde la risa está asegurada.
Noventa minutos de continuas carcajadas esperan a todos aquellos que tengan el valor de reírse de lo que en un principio parecía una tragedia sin salida: un divorcio. La trama queda marcada por este suceso que reúne a tres mujeres en un mismo piso de la madrileña calle Goya. El atrezzo está perfectamente dispuesto y el juego de luces preparado para crear una comedia muy viva, en la que tiene cabida la interacción con los espectadores. Parte de su gracia precisamente se encuentra en la realidad absurda que se presenta y en la interpretación de los protagonistas. Sus gags gestuales contribuyen a que el público entienda lo que no se puede decir con palabras.
Los personajes están muy bien definidos, lo que permite mostrarnos la riqueza de cada protagonista. Estefanía, interpretada por Esperanza Elipe, nos muestra otra cara de la actriz de series tan televisivas como “Vive Cantando” o “Camera Café”, aunque realmente su mayor trayectoria se encuentra sobre las tablas y en la función queda demostrada la soltura con la que se mueve sobre el escenario. Mary Baybowl gusta al público desde su irrupción en escena. El increíble físico de la actriz que la interpreta, Vanesa Romero, es más que evidente pero más allá de su belleza, el personaje encandila por su simpatía y su peculiar acento extranjero. Por último, Brígida es la sorpresa de la función. Interpretada por un actor, Andoni Ferreño, es tan diferente a lo que podíamos esperar, que se convierte en una de las atracciones de la comedia.
Dirigida por Enrique y Alain Cornejo, “El clan de las divorciadas” se desplaza hasta la popular Plaza del Carmen para mostrarnos el lado menos amargo de los problemas. Para entender el éxito de “Le clan des divorcées” de Alil Vardar y dirigida por su hermano Hazis Vardar durante once años ininterrumpidos en París, hay que dejarse llevar por el club más divertido de la cartelera madrileña. Ahora bien, todo comenzó en Toulouse (Francia) con unos gags totalmente diferentes que han tenido que ser adaptados a nuestra cultura popular, aunque sin perder la esencia de la obra original, la cual, en un principio simplemente se iba a representar durante tres semanas.
Estefanía, Brígida y Mary BayBowl se conciben como tres personajes muy diferentes y a la vez muy parecidos, con un destino menos atípico de lo que en un primer momento ellas mismas se creen. Y es que la obra trata el tema universal del divorcio, invitándonos a mirarlo desde otra perspectiva. En la mayoría de los casos se entiende como una circunstancia negativa y que conduce a la soledad, pero divorciarse no tiene por qué estar asociado únicamente al fracaso, tal y como demuestra la función, cuyos toques de humor se presentan en forma de chistes actuales acerca del sexo opuesto.
Hay obras que nos hacen sentir protagonistas y, en este caso, se podría decir que los espectadores son figurantes de unas historias que les pueden pasar a cualquiera de ellos. Por eso, debes reservar tu localidad antes de que otros te cuenten lo bien que se lo han pasado con una realidad aumentada y cercana al extremo del humor.
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