Bienvenidos a este monumental inmueble del siglo XVIII que ha sido escenario de diferentes películas y series
Sin duda el Fernán Núñez, palacio readaptado como tal a partir de 1790, es uno de los mejor conservados de Madrid, albergando muchas de las piezas originales que componían las estancias. Es por ello que cada vez que se realizan visitas guiadas las plazas se agotan enseguida dado que se encuentra entre los preferidos de los madrileños y foráneos que conocen de su existencia. Denominado además como palacio de Cervellón por el título de condesa que también poseía la duquesa de Fernán Núñez. El edificio, que es de estilo neoclásico y fue ampliado en varias ocasiones, tuvo su mayor esplendor a mediados del siglo XIX cuando las más altas clases de la ciudad no querían perderse sus suntuosos bailes. Hoy en cambio, es muy solicitado para rodar ficciones actuales y de época. Os invito a recorrer conmigo este viaje al pasado.
En mi caso fue gracias al programa ¡Bienvenidos a palacio! que me permitió el placer de adentrarme entre sus muros. Se trata de un evento cultural que ya va por su octava edición y que se celebra cuatro veces al año (normalmente suele ser en marzo, abril, septiembre y octubre). Yo animo a todo el mundo a que no pierda la oportunidad de visitar de forma totalmente gratuita una serie de casonas señoriales las cuales, muchas de ellas, ni siquiera están abiertas al público normalmente. Suelen tener una hora de duración y siempre se realizan acompañados de una guía que va explicando la historia del lugar. Eso sí, recomiendo estar delante del ordenador o dispositivo de cabecera listos a la hora en punto en la que se abren las inscripciones para conseguir plaza.
Situado en la calle Santa Isabel, número 44, lo cierto es que inicialmente fue una vivienda que se empezó a construir en 1753 por Blas Jover y Alcázar, perteneciente al consejo de Fernando VI, además de ser su fiscal de cámara, entre otros cargos. En 1769 la propiedad pasa a manos de Miguel José María de la Cueva, XIII duque de Albuquerque y IV marques de la Mina, quien contrata al arquitecto Antonio López Aguado para que convierta la casa en un lujoso palacio. Estas obras comenzarán en 1790 y se prolongarán hasta 1799.
Pero en 1803 muere el duque y no será hasta 1815 cuando lo herede el VII conde de Cervellón, Felipe María Osorio de la Cueva y posteriormente su esposa María Francisca de Asís Gutiérrez de los Ríos, II duquesa de Fernán Núñez, los dueños que dan nombre a la mansión. En 1847 el duque compra los terrenos colindantes para ampliar el majestuoso edificio y deja el proyecto a cargo del hijo del anterior arquitecto, Martín López Aguado, llevándolo a cabo entre 1847 y 1849. Es en este momento en el que el palacio pasa a ser el centro de la vida social de la élite madrileña. En 1941, durante la posguerra, la familia Fernán Núñez vende el edificio a la recién creada RENFE, quien en 1985 convierte el lugar en la sede de la Fundación de Ferrocarriles Españoles.
Precisamente es gracias a RENFE que podemos disfrutar de las maravillas de este palacio con muchas de sus salas intactas y con el mobiliario original por la remodelación y restauración que llevaron a cabo a lo largo de los años. La parte mejor conservada es la llamada zona noble, aquella que más lujo ostentaba pues estaba diseñada para impresionar a los ricos invitados. Estos salones dan además a la fachada principal, a la parte delantera del palacio por lo que desde sus ventanas se avistan tramos de la calle Santa Isabel.
Los recorridos con guías atraviesan este ala del edificio, pasando por la escalera de nogal, el gran comedor de gala que se compró en una exposición de París y en la habitación contigua el comedor infantil adornado con cartones de copias de Goya que versan sobre la caza. Además, encontraremos el salón rojo, el salón amarillo antes denominado como la sala de música o el gran salón central, también conocido como isabelino, pues era el preferido de la reina española.
Aunque el que más llama la atención de todos es el gran salón de baile siendo a su vez el más codiciado como escenario de películas y series. Uno de los casos más recientes es el de la serie de Netflix “Élite” que lo utilizó para el rodaje de su cuarta temporada. Y no es de extrañar porque además de ser una habitación majestuosamente grande, sus sillones dorados de terciopelo o sus grandes lámparas de cristal de Murano y Baccarat quitan el hipo a cualquiera. Algunas películas que se han rodado son “El marqués de Salamanca” de Edgar Neville, “Volavérunt” de Bigas Luna o “El oro de Moscú” de Jesús Bonilla. Y otras series tales como “La Regenta”, “Alfonso, el príncipe maldito”, “Adolfo Suárez, el presidente” o “La Duquesa de Alba”.
Desde luego este paseo por la historia del Madrid más romántico nos hará sentir cómo un noble de la época, rodeados de lujos, ostentación y bailes. Una visita muy recomendada para todos aquellos amantes del siglo XIX y de las mansiones que mantienen muchas de sus piezas intactas, con paredes, techos y suelos incluidos. La ciudad esconde tesoros más allá de los mundialmente conocidos así que si se indaga un poco se descubren joyas del patrimonio tan impactantes como esta. Por suerte en la actualidad se encuentra abierto al público para que todos podamos disfrutar de sus maravillas y no solo los nobles de turno. Así que, ¡qué nadie se lo pierda!
Periodista multidisciplinar dedicada a contar historias con precisión y compromiso en el mundo del periodismo contemporáneo.