El amor es un secreto
Primero fue Candela en “La luz de Candela”, después vendría Malena en “Olvidé decirte quiero” y, más adelante, Gala en “La vida desnuda”. Tres mujeres, protagonistas de los libros de Mónica Carrillo, que me han marcado profundamente. Cada una a su manera. Es el poder que tiene la periodista de Antena 3 que sabe expresar los sentimientos más ocultos a través de unos personajes repletos de aristas, pero muy bien perfilados. De hecho, su última gran historia que, todo sea dicho, ganó el Premio Azorín de Novela 2020, me ha parecido muy terapéutica pues refleja cómo compartir un secreto se vuelve liberador. Si bien confieso que esperaba algo más, me ha gustado cómo hila con singularidad las palabras, contando mucho con muy pocas letras.
Todo lo que escribe Mónica Carrillo se convierte en superventas y no me extraña porque logra pellizcarnos emocionalmente y hacernos reflexionar sobre temas tan universales como la felicidad, el amor, el deseo, la muerte, el miedo o los convencionalismos sociales. A las pruebas me remito pues una vez que he desempolvado de mi estantería más preciada “La vida desnuda” (tengo en mis manos la primera edición, aunque haya tardado en hojearla) me ha atrapado de nuevo el ingenio de la ilicitana. Es más, después de devorar las tres novelas de la comunicadora publicadas en 2014, 2016 y 2020, y de admirar sus microcuentos, reconozco fácilmente los dobles sentidos en las elocuentes frases que esta vez nos trasportan en un viaje muy emotivo por los secretos de la familia de Gala.
¿Quién no tiene un secreto? O mejor: ¿Cuántas informaciones ocultas, de esas que quedan en el conocimiento de pocas personas, atesoráis? Estas preguntas son la esencia de “La vida desnuda”, aunque lo cierto es que la novela se inicia con una llamada de teléfono que cambia la existencia de la protagonista. El primer capítulo, de apenas tres páginas, es perfecto porque engancha a la historia con una primera frase arrebatadora (“La culpa me pesa desde el día en que maté a mi abuelo”) y con un párrafo final asombroso que aventura tanta decepción como aprendizaje.
La novela de Planeta transita por un periodo vital muy concreto de la vida de Gala cuando la joven emprende un viaje a Madrid para despedirse de su abuela Rosario y descubre que nada es lo que parece en su familia. Habitualmente las apariencias engañan así que cualquier lector empatizará con el dolor de la protagonista y reconocerá la existencia de la vida pública, la privada y la secreta que todos, en mayor o menos medida, gastamos como decía Gabriel García Márquez. La que genera más intriga durante esta narración de 288 páginas, evidentemente, es la que permanece oculta a los demás y que servirá para descubrir a unos personajes muy complejos y envueltos en muchas capas: desde los padres de la joven, hasta su hermano Mauro y su tía Julia.
Con “La vida desnuda” Mónica Carrillo ha consolidado su carrera literaria así que yo espero que pronto lance otra novela tan absorbente y amena como ésta. Si bien el desenlace me ha dejado un tanto fría me parece un libro sentimental de capítulos cortos llenos de giros inesperados.
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