Murcia, qué hermosa eres
El calor aprieta y todavía a este verano tan extraño marcado por la crisis del coronavirus le quedan unos coletazos hasta el 22 de septiembre. Así que si os animáis a hacer una escapada con la que potenciar el turismo nacional aquí comparto mi experiencia por la Región de Murcia. Son muchos los motivos para visitar la costa cálida que, desde luego, no se llama así por casualidad. Sus playas de aguas cristalinas, sus montañas, valles y, en definitiva, sus espectaculares rincones naturales os enamorarán a la primera de cambio. Además, el turismo gastronómico, con productos de la huerta murciana, os hará regresar a la que muchos consideran una tierra olvidada al sudeste de España. Así que es hora de que os relajéis, soltéis lastre y disfrutéis al máximo de cada paso.
En los últimos años he visitado Murcia en cuatro ocasiones. La primera de ellas surcando el mar Mediterráneo en una embarcación hasta llegar a la isla Perdiguera que está situada en el centro del Mar Menor que es, básicamente, una albufera de agua salada. Y es que, ¿alguna vez habíais estado en una costa con dos mares?
Precisamente en otra de mis escapadas a La Manga descubrí más su atractivo, con esas aguas tranquilas que son ideales para viajar con niños. Aunque yo, sobre todo, me quedo con los atardeceres de este lugar que a cualquiera le hace consciente del ciclo natural del día. Sin embargo, he de decir que este paraíso lleva muchos años muriéndose como consecuencia de combinar turismo descontrolado con el boom inmobiliario. Pero como la naturaleza nos hace mucho bien también os recomiendo llegar hasta el cabo de Palos donde hallaréis un faro de 51 metros de altura que ilumina desde 1865 las reservas marinas de esta masa de tierra que se adentra en el mar.
Mi última escapada ha sido a Puerto de Mazarrón, un destino que me ha parecido una auténtica maravilla sobre todo para pasar las horas hasta que cae el Sol escuchando las olas del mar Mediterráneo con las gaviotas volando bajo. Por si os sirve, yo he estado en la playa de El alamillo, playa negra y en la de Bolnuevo. Precisamente aquí se encuentran formaciones de roca talladas y moldeadas por el viento que no podréis dejar de fotografiar ya que conforman un paisaje casi mágico, más propio de películas de ciencia ficción. En definitiva, me ha parecido una propuesta de viaje muy tranquila por lo que considero que es perfecta en cualquier temporada para todos aquellos que busquen principalmente desconectar.
En resumidas cuentas, Murcia es una región todavía desconocida para muchos, especialmente para quienes únicamente asocian esta tierra con el típico destino de sol y playa ya que también cuenta con otros lugares de interés como la Catedral de Santa María que se encuentra en pleno casco antiguo y que es uno de los grandes símbolos que conserva en el Altar Mayor el corazón de Alfonso X El Sabio.
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