La inteligencia artificial toma las riendas
En pleno corazón de Madrid, al lado del Edificio Coliseum de la calle Gran Vía, ha abierto sus puertas Nomad Museo Inmersivo con una exposición de vanguardia titulada “Utopía 1.0” que recurre a la inteligencia artificial y a la innovación creativa para ofrecer a los asistentes una experiencia sensorial envolvente y, sobre todo, única. Los visitantes recorrerán tres salas principales que albergan dos proyecciones sobre las paredes y el suelo, con la posibilidad de interactuar en una de ellas. Asimismo, tendrán la posibilidad de sumergirse en un nuevo mundo con gafas de realidad virtual. Seguramente los amantes del ciberpunk más limpio y fantástico, además de los extranjeros que estén haciendo turismo, se sientan encantados de poder encontrar este pequeño rincón en el centro de la capital.
La temática de Nomad Museo Inmersivo no podría ser más colorida, mostrando inmensos planetas rosas, píxeles flotantes de azules eléctricos que se desplazan por el suelo, pterodáctilos de un verde a lo “Matrix” que sobrevuelan las paredes junto con ballenas nadando por el hiperespacio… todo ello unido a una música relajante y a una luz negra que conforman una experiencia apabulladora para los sentidos. Para mí, en algún caso puede que hasta un poco recargada. Pero eso va por gustos, pues en una de las salas ofrecen sillones y puffs y son varias las personas que se tumban y hasta descansan, dejándose llevar por las hipnóticas proyecciones del techo. Uno de los puntos buenos de esta exposición es que precisamente no hay límite de tiempo. Podéis quedaros allí todo lo que consideréis. Esto, junto al horario amplio que ofrecen de 10:00 de la mañana hasta las 24:00 de la noche, os da la posibilidad de administrar vuestra estancia como deseéis. Además, el local mantiene una política de exclusividad, con aforos reducidos. Así que olvidaros de llegar al sitio y estar rodeados de tanta gente que os haga imposible disfrutar la experiencia. Una cualidad muy destacable de este moderno museo.
Por otro lado, también muy positivo, es que la estancia está perfectamente adaptada para sillas de ruedas, carritos de bebé, ¡incluso da la posibilidad de acudir con mascota! (siempre y cuando te hagas responsable de ella, como es obvio). A pesar de llamarse museo lo cierto es que es más bien una experiencia de proyecciones de luz y color. Eso sí, donde está permitido hacer fotos y vídeos que quedarán bastante bien en vuestras redes sociales. ¡Doy fe de ello!
Por el contrario, hay un par de detalles que no me han convencido y que quiero subrayar sobre todo a aquellos lectores que tengan las expectativas muy altas para que no se lleven engaños o decepciones. Para empezar la estancia es pequeña. Tres salas conforman todo el local. Lo cual es cierto que no elimina la posibilidad que tienes de poder disfrutar todo el tiempo que consideres necesario. Pero no termina de ofrecer suficientes opciones de entretenimiento para mi gusto. La actividad inmersiva y colorida se vuelve un tanto repetitiva. No obstante, también cabe destacar que toda el espacio está perfectamente atendido y vigilado, por lo que se siente como un lugar seguro donde puedes relajarte mientras los niños juegan con algunas opciones para ellos como las gafas de realidad virtual o la opción muy divertida de pintar con un pincel gigante un planeta orbitando proyectado en la pared. Por ello, considero que puede ser una buena opción de entretenimiento familiar.
Ahora bien, el precio también deja mucho que desear pues la entrada resulta un tanto elevada para lo que ofrece. Claro que si optáis por algunos de los packs ahorro para grupos familiares sale muchísimo más rentable. Esta sería la mejor alternativa a tener en cuenta para todos aquellos que deseéis probar esta experiencia.
Cabe subrayar que hay una pequeña tienda en la que podéis terminar la estancia descubriendo algunos objetos bastante interesantes. Desde tazas con formas de lo más alocadas hasta libros de arte o paraguas con “La noche estrellada” de Van Gogh. Asimismo, cuentan con una máquina para fotografiar el iris, aislándolo del resto de los elementos del ojo para ver sus texturas y colores reales. Y es que el museo pretende enfocarse en que la experiencia que viváis esté íntimamente relacionada con el arte y la tecnología. De tal forma que, unidas, os transportarán a un futuro utópico donde el pixel y la naturaleza se dan la mano.
Como última recomendación para los más interesados, hay una suficiente diferencia de precio entre asistir a este museo entre diario o en fin de semana. Mi consejo sería tratar de hacer la actividad alguna tarde o mañana de lunes a jueves. Además, actualmente su página web ofrece hasta un 25% de descuento si reserváis una entrada hasta este 9 de junio. Así que ya tenéis un plan diferente que hacer en Madrid.
2D Animator and Character Layout artist