La imaginación da alas
Dream House es el espacio perfecto para que dejéis volar vuestra imaginación. Os sorprenderá descubrir hasta dónde puede llegar vuestra capacidad para concebir las fotografías más divertidas e innovadoras. En cualquier caso, aquí se propone más que el típico escenario para tomar la imagen más original con la que impresionar en redes sociales pues se invita a los asistentes a que recorran el mundo de los sueños y a que sean los protagonistas de una atmósfera de fantasía. Se trata de un plan para disfrutar con amigos o en familia (los pequeños, especialmente, alucinarán con este laberinto de experiencias sensoriales). ¿Preparados para capturar la magia en cada rincón y desatar vuestra creatividad en el Abismo sobre el río Turquesa o en la Neon Lounge?
Dream House se ubica en la planta baja de X-Madrid, un centro comercial moderno de Alcorcón que oferta varias actividades como surf, escalada o buceo y, además, alberga muchas tiendas, restaurantes, una bolera y recreativos. Si bien la nueva propuesta de ocio tiene una gran competencia debido a la existencia previa de otras experiencias sensoriales en Sweet Space o Ikono Madrid, así como en Nomad Museo Inmersivo y en el Museo de las ilusiones, con los que comparte el concepto de que todo es fotografiable, lo cierto es que brinda a los asistentes la posibilidad de soñar despiertos. Y es que todas las salas tienen en común esta temática onírica (permitiendo convertir los sueños en realidad con la acción planteada con guiño a la saga “Star Wars” o la aparición de un castillo para adentrarse en un cuento de hadas) e incluso se hace un llamamiento a las pesadillas para poder sentirlas con un toque de humor (cuando se simula la caída al abismo o se permanece atrapado como alegoría de formar parte de un cuadro).
El recorrido de Dream House es libre, dicho de otro modo, se puede visitar a vuestro aire, aunque aconsejo que prestéis atención al personal pues sus explicaciones mejorarán mucho la experiencia y os ayudarán a sacarle mucho jugo a las salas aparentemente más sencillas como la de las pelotas y los espejos o la de las pantallas gigantes interactivas.
La experiencia en Dream House dura alrededor de 45 minutos en los que atravesaréis escenarios muy diferentes, aunque en muchos casos se comparte la tenue iluminación. Para ello, hay que atravesar primeramente una cortina luminosa que os adentrará en el mundo de los sueños desde el primer momento. De frente, aparecen tres retratos bestiales de una vaca, un perro y un gato para que tengáis la posibilidad de formar parte de una pieza de arte (os aconsejo que las poses sean claustrofóbicas simulando que os habéis quedado atrapados en un cuadro).
El recorrido perfectamente puede continuar por el Remolino REM, una sala donde recomiendo que activéis el modo superlento de la cámara de vídeo porque queda muy dinámico una pose sensual con el cabello al aire resaltado por diferentes luces y efectos especiales. A continuación, sumergiros en la Neon Lounge repleta de colores brillantes que consiguen crear una atmósfera eléctrica. Para disfrutar al máximo de esta sala, os emplazo a que compréis en la tienda de la entrada de Dream House unos rotuladores neón para que dejéis vuestra impronta.
Por otra parte, en la sala Abismo sobre el río turquesa lo interesante es que capturéis fotografías con profundidad. Para eso tenéis que experimentar con diferentes perspectivas colgados de las agarraderas con tal de lograr una sensación de agua en movimiento. Parece imposible, pero la persona que se sitúe en el mirador acabará componiendo imágenes que engañan a la percepción humana. Claro que, cuando creáis que ya habéis visto todo, os esperará otra sala de apariencias asombrosas que es la de los espejos. Lo suyo es que probéis con ángulos y encuadres diferentes para tomar fotografías que, una vez más, jueguen con la mente (por ejemplo, pasándoos la pelota a vosotros mismos)
En Dream House, los efectos digitales también cobran importancia. Para muestra, un botón pues el Portal Cuántico os fascinará por la cantidad de formas abstractas que podréis fotografiar. La clave es seguir el detector de movimiento y probar poses y movimientos sugerentes para capturar imágenes iconográficas que sean un reflejo de vuestra propia personalidad.
Tras experimentar sobre este lienzo en blanco, espero que la fuerza os acompañe durante la Emboscada en la cueva de Korg. Desenvainareis un sable láser y os sentiréis como los personajes principales de un videojuego. Después de esta experiencia inmersiva, explorad otra de las salas más fotogénicas que es La ventolera donde todo cambia de perspectiva. Podéis finalizar vuestra visita en la Apoteosis de Neverland donde contemplaréis digitalmente la erupción de un volcán. Antes de que se inicie la proyección y salte el humo, fotografiad vuestra silueta pues con el color de fondo queda una imagen preciosa digna de perfil de WhatsApp.
En definitiva, Dream House es un lugar fascinante así que os animo a capturar la magia en cada rincón. El precio de la entrada general de viernes a domingo y festivos es 12 euros y de lunes a jueves 9 euros. La entrada de los niños (5-12 años) de viernes a domingo y festivos es 7 euros y de lunes a jueves 6 euros. La entrada reducida para mayores de 65 años y personas con discapacidad de viernes a domingo y festivos es 8 euros y de lunes a jueves 7 euros. También hay packs más económicos para familias, grupos y personas con una situación complicada en desempleo. Cabe subrayar asimismo que con vuestro boleto para OCine Urban se aplicará un descuento y que también hay un convenio con Galaxy Bar. Soñemos a lo grande.
Periodista versátil con experiencia en redacción, liderazgo y gestión de comunidades online, comprometida con la difusión de información relevante y la creación de contenido impactante