Sinfonía de emociones
El musical sobre la primera cita escrito por Austin Winsberg y musicalizado por Alan Zachary, así como por Michael Weiner, que se estrenó en Broadway en el año 2013, ha desembarcado en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío, el edificio de la antigua estación del Norte, para hacer las delicias de los amantes de las comedias románticas. “First Date” está dirigido por Juan Carlos Martín quien combina actuación y dirección en este simpático y emotivo montaje repleto de personajes entrañables empezando por la pareja protagonista interpretada por Teresa Ferrer y José Miralles. Durante la hora y media que dura la representación, los espectadores descubrirán si lo que parece un desastre de encuentro se puede transformar en algo especial antes de que llegue la cuenta. Haced vuestras apuestas.
Lo primero que quiero aclarar de “First Date” es que poca relación tiene con “First Dates” de Cuatro, más allá de que tanto en el musical como en el exitoso programa presentado por Carlos Sobera dos desconocidos se someten a una cita a ciegas en un restaurante. En este sentido, la premisa de la función es muy sencilla y es ahí donde precisamente radica parte de su encanto pues estamos ante la clásica historia de chico conoce a chica y ambos se van enamorando poco a poco. Algo que hemos leído en multitud de libros y visto en decenas de películas: un primer encuentro que parece estar irremediablemente condenado al fracaso pues los dos parecen completamente diferentes. En este caso, él es un joven conservador y bastante tímido en busca de una relación estable mientras que ella es una chica excéntrica con mucha capacidad de sobreponerse a los palos que le ha dado la vida.
La historia de Casey y Aaron resulta entretenida de principio a fin solo por saber cómo termina la primera cita, pero lo cierto es que destaca por ser una comedia con un humor blanco. Un detalle que se agradece ya que últimamente es mainstream incorporar en los guiones guiños políticos o que, en definitiva, puedan resultar incómodos u ofensivos de algún modo a los espectadores. Sin embargo, esta función solo busca que el público pase un buen rato a la par que nos recuerda las amplias formas de conocer el amor en la actualidad. Y es que la principal lectura que yo hago de la narración es que a raíz de la proliferación de las aplicaciones de citas en línea como Tinder o Meetic han aumentado los encuentros entre desconocidos en los que se suele repetir el mismo patrón de ocultar ciertos rasgos de la personalidad para que funcione porque se dice que la primera impresión es la cuenta. Craso error.
Asimismo, considero que la perfecta duración de “First Date” es otro de los motivos por los que esta historia resulta tan amena. En apenas una hora y media se resuelve la cita, no es necesario más ni menos. Si bien el desenlace de la función resulta bastante previsible, el ritmo es muy apropiado durante todo el musical pues se combinan diálogos de los protagonistas con monólogos internos de los personajes secundarios -como mejores amigos, un familiar y hasta una exnovia tóxica-que van usándose como excusa para elaborar canciones con distintos géneros musicales. Es decir, el reparto, especialmente el entrometido camarero, va acompañando el pensamiento interno de la pareja hasta llegar al clímax de la representación en la que se exponen inseguridades y miedos.
En este marco, me ha parecido muy ingenioso que los integrantes del reparto encarnen tantos personajes, mostrando una gran capacidad de cambio de registro y un exquisito talento vocal pues no hay una voz que destaque sobre otra, todos y cada uno de los componentes (Teresa Ferrer, José Miralles, Borja Herrarte, Mikel Hennet, Carla Postigo, Olga Domenec y Juan Carlos Martín) me han parecido grandes intérpretes que, además, se han apoyado extraordinariamente en la orquesta. Quizás no hay un cabeza de cartel mediático que atraiga en masa a los espectadores al teatro, pero aquí tampoco se necesita porque tienen una amplia experiencia sobre las tablas y son muy versátiles. Además, permanecen centrados en la tan importante proyección vocal y corporal.
Quiero destacar igualmente el magnífico trabajo de luces a cargo de Ezequiel Nobili que enfoca en todo momento dónde tiene que ir la atención de los asistentes para que, por ejemplo, no nos demos cuenta de los cambios de vestuario o mobiliario que se realizan en directo. Como apunte, “First Date” es la primera obra que disfruto en el Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío por lo que os recomiendo que a la hora de coger asientos apostéis por entradas ubicadas en la zona de platea pues es un espacio escénico muy moderno y grande y mejor cuanto más cerca del escenario. A pesar de que este musical no da para una crítica sesuda, me ha gustado que ahonde en uno de los temas más universales como es el amor -la muerte también se toca de refilón- porque nos introduce en esas temidas primeras impresiones y cómo revertirlas. Y es que si nos quedamos con las sensaciones iniciales y pasamos página corremos el riesgo de perder la oportunidad de conocer a una persona maravillosa.
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