Crónica: Navibus

Gran despliegue lumínico

Desde hace algunos días, las ciudades y pueblos de nuestro país se han ido iluminando con decoraciones brillantes que, en el caso de Madrid, han conseguido transformar el paisaje urbano en un auténtico espectáculo visual. Para mí, más allá de las reuniones familiares o con amigos y del intercambio de regalos, el encendido de luces representa la mayor tradición de la Navidad porque es el que verdaderamente marca el inicio de una época repleta de momentos especiales. Para vivir este periodo tan mágico en su plenitud podéis montaros en el Navibus, un cómodo autobús panorámico de dos pisos desde donde contemplaréis de manera espectacular la capital iluminada, proyectando su imagen más positiva y creando un ambiente de ensueño que, a más de uno, os despertará un sentido de nostalgia a vuestra tierna infancia.

El brillo y los colores de las luces de Navidad en Madrid embellecen la ciudad y hacen que pasear por la capital sea una experiencia visualmente gratificante. Sin embargo, por mucho que las luces contribuyan a incrementar el espíritu festivo y proporcionen un respiro luminoso y cálido en medio de los días más cortos y fríos del año, se hace cuesta arriba recorrer todas las avenidas y arterias para vislumbrar todos y cada uno de los adornos luminosos. Pero no hay de qué lamentarse, porque para eso hay unas cuantas empresas dedicadas a realizar recorridos nocturnos por los espectáculos lumínicos como Big Bus Tours, que además de programar excursiones a Toledo, Segovia, Ávila o puntos de Madrid con mucho encanto como Chinchón y Aranjuez, muestra la capital en su mejor momento festivo.

Este trayecto arranca en la Avenida Menéndez Pelayo número 11 y os recomiendo llegar a la parada de autobús con al menos 15 minutos de antelación porque, en mi caso, pese a estar en el lugar a la hora programada, me he topado con la mala experiencia de que mientras han revisado mi código QR el vehículo se ha llenado rápidamente y me han separado de mi acompañante. A pesar de esta mala organización inicial, me ha gustado que durante el recorrido haga acto de presencia un particular Grinch y que se amenice con villancicos y curiosidades tras indicarnos las normas de seguridad (entre otras, que no se puede tirar nada por la ventana o que está prohibido comer y beber durante todo el viaje). Así, se detalla por qué en España tomamos 12 uvas en Nochevieja. Una tradición que, al parecer, se inició en 1909 debido a un excedente de la cosecha de vid.

Considero que este tour está diseñado para mostrar los lugares más emblemáticos de Madrid y, por tanto, es un plan sobre todo pensado para turistas. Al fin y al cabo, las luces navideñas atraen a un montón de viajeros de todo el mundo y qué mejor que conocer cómo vivimos aquí la Navidad que dando una vuelta alrededor de nuestros monumentos más destacados como la Puerta de Alcalá que, todo sea dicho, acoge un belén lumínico con tres elementos centrales: San José, la Virgen María y el niño Jesús.

Asimismo, los viajeros tenemos la oportunidad de apreciar las luces de hoteles, como el Four Seasons, y muchas tiendas, llamándome especialmente la atención las que brillan en Cartier y, por supuesto, las de la fachada de El Corte Inglés de Goya. Igualmente, se vislumbran algunos de los mercadillos navideños como el de la Plaza de Colón donde, justo en el cruce, os toparéis con un imponente ángel de 18 metros y, más adelante, con la Menina del Paseo del Prado que cuenta con 37.000 luces LED. ¡Ahí es nada!

Si bien el viaje se presenta confortable porque los pasajeros vamos sentados quiero destacar que en la cubierta hace muchísimo frío así que os aconsejo abrigaros con una camiseta térmica, un gorro que cubra bien las orejas, una bufanda y unos buenos guantes de lana. ¡Corre mucho el aire!

De igual manera, quiero animaros a guardar la paciencia ya que no hay que olvidar que el autobús penetra en el centro de Madrid y siempre, en hora punta, está colapsado por el tráfico. En otras palabras, que no desesperéis por mucho que tengáis que permanecer unos minutos esperando con el semáforo en rojo porque es la oportunidad perfecta para tomar las fotografías estáticas y, sobre todo, para apreciar cada uno de los detalles y temáticas de los diseños creativos, este año, por cierto, sobresaliendo las flores.

En resumen, si el alumbrado navideño de Madrid os despierta curiosidad ya tenéis plan para este Puente de la Constitución. ¡Feliz Navidad!

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