Una experiencia que se disfruta y se recuerda
Hay experiencias que se convierten en recuerdos imborrables para los que valoramos los momentos compartidos, las risas y la emoción de vivir algo distinto. En este terreno, Quiz Room se ha convertido en una auténtica revolución y, por supuesto, en el regalo perfecto para esta Navidad. Un plan que también se puede convertir en la guinda perfecta para celebrar un cumpleaños con preguntas que despiertan carcajadas y rivalidades sanas. También aporta un toque original a una despedida de soltero/a pues cada ronda se erige como una oportunidad para reírse, bromear y crear recuerdos que acompañarán toda la vida. Es más, ahora que las empresas buscan activamente actividades de team building que realmente unan a sus equipos, sin duda esta opción garantiza un inicio explosivo que rompe el hielo y pone a todo el mundo en modo fiesta.
Quienes crecimos jugando a Buzz! en la PlayStation recordamos perfectamente la emoción de los pulsadores ante preguntas que ponían a prueba nuestro ingenio y la sensación de estar en un concurso televisivo. Quiz Room recoge esa esencia y la lleva al siguiente nivel: ahora no jugamos en una consola, sino en un escenario real, con luces, música de tensión y toda la atmósfera de un plató circular.
En este sentido, y dado que Buzz! es un clásico que nos marcó a toda una generación, lo que más me ha gustado es colocarme frente a los pulsadores y que la dinámica resulte tan sencilla como adictiva. Su logro es precisamente que se trata de un juego que engancha desde el primer minuto y que consigue que todos los participantes se diviertan juntos, se conozcan mejor y, por qué no decirlo, se descubran saberes ocultos de los contrincantes. Porque aquí cada jugador tiene la oportunidad de brillar individualmente y, como si se tratara de una partida de bolos, de que sus resultados finales se muestren en la pantalla.

Os aconsejo que, si reserváis una ronda, acudáis con cierta antelación al local, ubicado en la Calle de Sancho Dávila, 8 (Madrid), porque es una experiencia que cuenta con una alta demanda y que viene marcada por un horario puntual para que no se agolpen otros grupos esperando su turno. De cualquier modo, los minutos previos a iniciar vuestra partida podéis aprovechar para crear vuestro perfil de jugador, para dejar vuestras pertenencias en las taquillas, para tomaros algo en el bar de la entrada o incluso para comprar el juego de mesa de Quiz Room por si posteriormente queréis revivir la emoción del concurso en vuestra propia casa. De igual manera, podéis aprovechar estos minutos previos para preguntar vuestras dudas al Quiz Master porque durante la partida únicamente estaréis acompañados por una simpática voz en off.
La reserva que yo he realizado ha tenido una hora de duración y ha constado de dos partidas que se me han hecho cortas, pero viene muy bien repetir porque la primera vez me he sentido más perdida pese a que hay una pregunta de prueba. En la segunda ya llegas más avispado, conociendo cómo funciona la mecánica y con ganas de picarte todavía más con tus contrincantes. Esa sensación de revancha, de querer demostrar que esta vez sí vas a ganar, convierte la experiencia en un plan muy emocionante.
Si bien todos hemos sufrido alguna vez un trivial que parecía un examen de historia con preguntas sobre ríos, batallas o fechas imposibles que terminan por aburrir a la mayoría, Quiz Room rompe con ese esquema: es dinámico, fresco y pensado para que todos puedan participar. Vamos que no necesitáis ser expertos en historia o geografía, aquí las preguntas giran en torno a lo que realmente nos apasiona hoy: cultura pop, actualidad, memes, curiosidades virales, deportes, música y mucho más. Es decir, con categorías que enganchan a cinéfilos, melómanos o deportistas al mismo tiempo porque aúnan cuestiones relacionadas con lo que realmente forma parte de nuestras conversaciones cotidianas.
También es un plus la presencia de comodines que vuelven el formato competitivo, despertando la colaboración y la estrategia. La emoción de pulsar antes que el rival, la risa cuando alguien falla por poco, la alegría de sumar puntos… todo se combina durante las tres rondas de cada partida para crear una experiencia inmersiva que sorprende y mantiene nuestro interés. Como sugerencia, os invito a que conservéis vuestros comodines y los gastéis en la ocasión perfecta, justo antes de esa tensión deliciosa de saber si vuestra respuesta será la correcta y la táctica os ha surtido efecto.
Quiz Room es un regalo muy versátil que se adapta a todas las ocasiones pues garantiza que cada partida se convierta en uno de esos recuerdos que se cuentan y se reviven durante años. Cabe subrayar que hay tres tipos de juegos inmersivos, yo he probado el quiz clásico, en el que se adaptan las preguntas a cada grupo, en mi caso han sido retos como reconocer una serie o saber quién es la persona que aparece en una fotografía. También está el quiz musical y otro adaptado a los más pequeños de la casa (a partir de 8 años). Dicho esto, ¿a qué esperáis para reservar este plan?
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