Crónica: Reino Unido

La vida es un viaje

La mayoría de los turistas, cuando deciden emprender un viaje al extranjero, optan por visitar las capitales de los países. La riqueza de estos lugares no tiene nada que envidiar a los distintos pueblos que conforman un determinado estado. Cada territorio, por pequeño o desconocido que sea a primera vista, aguarda increíbles experiencias a los excursionistas. Cualquier aventurero debe dedicar un tiempo destacado de su vida a viajar, sin importar el destino. En esta ocasión os ofrezco un recorrido por varios puntos del sur de Reino Unido que os recomiendo visitar. Southampton, Winchester, Brighton, Portsmouth y Oxford, cinco maravillosos puntos del mapa que sorprenderán a todo aquel que llegue a ellos. ¿Estáis preparados para comenzar la ruta? 

El flamenco, la paella y los toros. Esa es la España reducida que muchos conocen más allá de nuestras fronteras, pero basta recorrer el país de cabo a rabo para descubrir que es un vago estereotipo. AsturiasHuelvaCórdobaCuencaMadrid y Barcelona son sólo algunos ejemplos de la diversidad de esta nación y del patrimonio de la misma. Esto ocurre igualmente en otros países, como es el caso de Reino Unido. Londres se convierte en el centro neurálgico de la actividad económica y no es para menos porque es la capital inglesa y el punto estratégico del turismo. Sin embargo, en los últimos años ha aumentado el interés de los viajeros por diversos pueblos de Inglaterra, tanto del norte como de la zona sur.

Southampton puede ser el punto perfecto para iniciar este recorrido por varias ciudades, en este caso, de la zona meridional del país. Se trata de una urbe que alberga uno de los principales puertos británicos, de hecho, desde allí partió el famoso buque insignia Titanic. El malogrado transatlántico zarpó el 10 de abril de 1912 dejando una huella difícil de olvidar en este muelle comercial.

A pocos kilómetros de esta ciudad se ubica Winchester que alberga varios edificios históricos de gran interés para los turistas. La catedral es la que causa más sensación. Data del siglo XVI y en ella han tenido lugar acontecimientos tan destacados como la segunda coronación de Ricardo I de Inglaterra o la boda entre la Reina María I de Inglaterra y Felipe II de España. Uno de los hechos de mayor calado que se ha producido en este espacio fue el funeral de Jane Austen. Se podría decir que la figura de la novelista es el principal foco de atracción de Winchester. Y no es de extrañar porque se trata de una escritora cuyos clásicos han sido exportados a la gran pantalla. Entre sus obras cabe destacar “Sentido y sensibilidad”, “Orgullo y prejuicio” y “Emma”.

Los visitantes también pueden encontrarse en esta ciudad con la mesa redonda del Rey Arturo que muestra los nombres de los caballeros que siglos atrás se sentaban para discutir diversos temas que les concernían. Según la leyenda, el mago Merlín también disponía de su propio puesto.

El recorrido se podría continuar en Portsmouth. Al igual que las dos ciudades anteriormente citadas forma parte del condado de Hampshire. Uno de sus atractivos más llamativos, junto al puerto, es Spinnaker Tower, una torre de 165 metros de alto que representa la forma de una vela. Precisamente por esa zona se encuentra The Old Customs House, uno de los pocos edificios navales originales que quedan, reconvertido en un pub familiar con preciosas vistas. Se localiza a pocos minutos a pie de la estación de tren de Portsmouth Harbour así que es una buena opción para almorzar si acabáis de llegar a la ciudad. Además, se sitúa en el corazón de Gunwharf Quays, un lugar ideal no sólo para comer sino también para pasear y comprar puesto que concentra un montón de tiendas de primeras marcas.

Uno de los términos de Portsmouth es Gosport cuya principal puerta de entrada para turistas es Gosport Ferry, alternativa cómoda, rápida y bastante económica para acceder a este distrito. Se trata de una localidad naval muy importante en la que descubriréis Lee-on-the-Solent, una pequeña franja costera con inspiradoras vistas. Y si os apetece descansar un rato, os recomiendo tomar una cerveza en algún pub de la zona. Una buena opción es The Windsor Castle, un acogedor y tradicional establecimiento. A pesar de que por todo Reino Unido encontraréis tiendas The Range, ya que estáis en Gosport merece la pena que echéis un vistazo a este almacén de artículos para el hogar que va más allá de muebles, bricolaje y productos de jardín. Es un verdadero templo de existencias para el tiempo libre donde también podréis comprar ricas chocolatinas.

En la costa sur de Inglaterra también se sitúa Brighton. Para que os hagáis una idea por si estáis recorriendo pueblos, desde la estación de ferrocarril de Fareham hay aproximadamente una hora y media de trayecto directo en tren. En esta ciudad no os podéis perder el Royal Pavilion, residencia real que ordenó construir el rey Jorge IV. La visita a Brighton Pier también es indispensable. Se trata de uno de los muelles más frecuentados del mundo que está repleto de atracciones. Desde aquí visualizaréis fácilmente los restos de otro de los muelles, el West Pier, que en 2003 sufrió un incendio y ya no es accesible desde la orilla.

Hasta hace un año uno de los símbolos de esta ciudad era Brighton Wheel, una noria que ha sido sustituida por la torre de observación i360 patrocinada por la aerolínea British Airways. Se trata del primer teleférico vertical del mundo que ha sido diseñado por el mismo equipo responsable del London Eye. 

Por último menciono Oxford que, junto a Cambridge, es el núcleo universitario británico por excelencia. Pocos conocen, no obstante, que también despunta en la industria, sobre todo en la del automóvil. De cualquier manera, son los estudiantes los que siempre han tenido un papel destacado en esta ciudad, prueba de ello fueron las revueltas acaecidas en 1355 que costaron la vida a varios universitarios.

Uno de los puntos de visita obligada es la catedral de Christ Church. En este lugar sagrado la música desempeña un papel esencial y el coro llena de vida cada recoveco de la catedral. También se puede visitar The Great Hall, que sirvió de inspiración para crear el Gran Comedor de la saga cinematográfica de Harry Potter. Esta sala se puede encontrar dentro de uno de los 38 collegues que rodean la ciudad. 

Estudiar en cualquiera de estos centros de Oxford no es apto para todos los bolsillos ya que ronda los 30.000 euros, sin embargo, en su conjunto se trata de una universidad pública con el lema “estudia el que vale, no el que puede”. Por lo tanto no es fácil entrar a formar parte del alumnado, por mucho desembolso económico que haya detrás, se busca que cada uno de los estudiantes destaque en el presente y en el futuro, poniendo ímpetu de igual manera en forjar las relaciones sociales. Se debe destacar el paso de un español como docente, Javier Marías, cuya estancia en la ciudad le sirvió de inspiración para escribir su novela “Todas las almas” que fue adaptada al cine por la directora Gracia Querejeta. Actualmente hay estudios que confirman que Harvard (Estados Unidos) se encuentra en el número uno del ranking de universidades del mundo, aunque hay que destacar que Oxford se sitúa en un buenísimo puesto, en el número diez, sólo superada por otra universidad británica, Cambridge, que se postula en el número cinco de la lista.

Os recomiendo visitar la página web “Te lo cuento de camino” que organiza rutas en castellano de forma gratuita, pudiendo premiar al guía por su trabajo de forma voluntaria. El punto donde comenzó mi recorrido fue en la Torre Carfax, ubicada en el centro de la ciudad, que es lo único que se conserva de la Iglesia de San Martín. Cabe subrayar que las iglesias en Oxford no son subvencionadas por el Estado por lo que organizan diversas actividades para recaudar fondos.

La Literatura cobra un excelente protagonismo también en esta ciudad ya que en ella J. R. R. Tolkien fue profesor de lenguaje y se dice que escribió pasajes de sus novelas de fantasía. Labor digna de destacar también la de Lewis Carroll, escritor de “Alicia en el país de las maravillas”. Se cuenta que para configurar la historia este británico se inspiró en una niña que se llamaba Alicia y que iba a comprar chucherías a una tienda que actualmente se conoce como “Alice Shop”, y que es recomendable visitar, allí se puede encontrar todo lo relacionado con esta obra y sus personajes. Se aconseja también la librería Blackwell donde se pueden adquirir primeras ediciones de miles de obras. El deporte también destaca en Oxford, los jóvenes realizan actividades físicas como el remo al paso del río Tamésis, aunque también se decantan por el rugby o el fútbol.

Durante la visita a esta ciudad también merece que los presentes se detengan frente al Puente de los Suspiros. Parece una réplica del famoso puente de Venecia (Italia), que se ubica cerca de la Plaza de San Marcos, sin embargo, son muy diferentes y el de Oxford conduce a “Turf Tavern”, una taberna irlandesa que es famosa porque se dice que la frecuentaba el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton.

Si os apasiona la Historia, en esta ciudad descubriréis igualmente quiénes fueron los mártires de Oxford, víctimas de María Tudor, conocida popularmente como Bloody Mary. Para que os pongáis en contexto, María era nieta de los Reyes Católicos, hija de Catalina de Aragón y de Enrique VIII y proclamada reina en 1553.

Si queréis volver a casa con algún souvenir, en cada una de estas ciudades, sobre todo en esta última mencionada, se sitúan un montón de calles donde comprar desde las típicas cajitas de té inglés a las famosas camisetas de “Oxford University”. Y además podréis comprar barato en Poundland. En cuanto a la gastronomía todas los pueblos nombrados destacan por la cantidad de pubs donde sirven auténticas delicias, desde el tradicional plato de fish and chips hasta las diversas variedades de cervezas que acompañan a las comidas. Un apunte concluyente al respecto: En Oxford el pub más pequeño se conoce como “White Horse” y su visita merece la pena.

Por último, hay que destacar de igual manera que el transporte público, a pesar de que es bastante costoso, es imprescindible y recomendable. Las estaciones de tren tienen un encanto especial y los vagones son muy amplios, al igual que los autobuses de dos plantas que se pueden encontrar principalmente en las ciudades más turísticas. 

Si tenéis ganas de conocer este país insular ya podéis preparar vuestras maletas y una amplia mochila que seguro volverá cargada de recuerdos, grandes momentos y bonitos paisajes porque, como se ha comentado al inicio de esta crónica, viajar es vivir. 

1 comentario en “Crónica: Reino Unido”

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