Donde las leyendas cobran vida
Bajando las escaleras del Arco de la Sangre de Toledo, junto a la Plaza de Zocodover, se encuentra la estatua del autor de la novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Este monumento, punto de referencia turístico de la ciudad de las tres culturas, se ubica en la calle Miguel de Cervantes que es curiosamente la misma en la que encontraréis el Museo Iluziona el cual se erige como una puerta abierta a las leyendas más intrigantes. Aquí cada sala propone una nueva forma de entender el pasado, transformándose así en una experiencia envolvente donde aprender es divertido para grandes y pequeños. Además, al ser un espacio petfriendly, vuestra mascota también es bienvenida en esta aventura cultural pensada para despertar vuestro creatividad a cada paso.
¿Os imagináis atrapados en una copa de Dalí o colgados de la torre de la Catedral de Santa María? En el Museo Iluziona es posible pues es un espacio que conecta perfectamente con la esencia cultural de Toledo. No solo porque esté situado en una calle que respira historia sino porque se erige como un punto de partida imprescindible para vivir la visita a la ciudad de las espadas de una forma original e inolvidable. Se trata de un lugar donde el arte y la diversión se fusionan para ofrecer una experiencia inigualable y que, en cierto modo, rompe con todos los moldes porque no es solo una muestra de ilusiones ópticas y trampantojos como ya vimos en el Museo de las Ilusiones de Madrid que, por otro lado, también recomiendo porque una nueva ilusión os sorprenderá cuando creáis haberlo visto todo.

El recorrido por el Museo Iluziona es libre, aunque recomiendo que os toméis al menos una hora para disfrutar con calma de este viaje interactivo por las leyendas más fascinantes de Toledo. Sobre todo, porque cada propuesta viene acompañada de textos explicativos en varios idiomas y enigmas que podréis resolver mediante códigos QR lo que añade un toque educativo a la experiencia. Sin ir más lejos, se detalla cómo La Copa de Dalí es un guiño a la pintura La Copa de la Vida que el artista pintó en 1965. Referencias culturales que sobrevuelan en cada pared como también vemos en La Ajorca de Oro que forma parte de Las leyendas de Bécquer.

Ahora bien, lo más relevante del Museo Iluziona es que todo aquello que se plasma está estrechamente relacionado con la Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que lo acoge como la leyenda de la Cueva de Hércules o la leyenda del Callejón del Diablo de Toledo en la que, seguramente, improvisaréis vuestra cara más atemorizada cuando os toméis la fotografía de turno.
A pesar de que podéis dar rienda suelta a vuestra imaginación a la hora de conseguir las imágenes más originales, en el Museo Iluziona siempre encontraréis inspiración pues se comparten algunos ejemplos de fotografías singulares y, además, recibiréis las indicaciones oportunas en el suelo sobre dónde se tiene que situar la persona que captura el momento. Son detalles que, personalmente, me han servido para conseguir el mejor resultado, por ejemplo, con el cuadro que hace referencia a la leyenda de la Virgen rescatada del pozo. Por si os pica la curiosidad, su imagen fue escondida en un pozo de la catedral para protegerla de la invasión árabe. De ahí que, según la tradición, cada 15 de agosto se beba agua de botijo en la Catedral de Toledo porque se vincula con la historia de que es milagrosa.

Más allá de las leyendas, y como en todo buen museo de ilusionismo, en Iluziona no falta una habitación de Ames que es, básicamente, una habitación distorsionada que sirve para crear una ilusión óptica y una mesa de caleidoscopios que, por si no lo sabíais, se construyen utilizando tres espejos rectangulares iguales que permiten ver imágenes ilusorias. Asimismo, os toparéis durante la visita con unos espejos que distorsionan la figura.

De cualquier modo, para mi gusto, es especialmente alucinante asomarse literal y figuradamente a la historia de la Catedral de Toledo que, todo sea dicho, fue iniciada en 1226 y está considerada como la obra magna del gótico en España. Algo que he sentido también posando en modo huida de Los Gigantes de Don Quijote que, obviamente, hace referencia a la novela escrita por Miguel de Cervantes.
Después de todo lo que os he adelantado, preparad vuestra cámara y abrid vuestra mente porque en el Museo Iluziona la historia no se observa… se vive. Sin duda, el plan perfecto para familias con hijos o mascotas, parejas y grupos de amigos. Una propuesta cultural y lúdica que transforma la forma de aprender sobre Toledo en una experiencia emocionante.
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